beso de un millonario (aiteda)

El Chico Misterioso

Narra aitana
ay, dios otra vez voy a llegar tarde al trabajo

Tengo que darme prisa o Ana me matará

~vivía en una residencia de estudiantes que estaba al otro lado de la ciudad, del restaurante donde trabajaba

~mi día solía ser muy ocupado porque tenía clases todo el día y luego me iba al trabajo no podía permitirme perder el trabajo porque era la única manera de pagar mis estudios

-es mi teléfono lo que está sonando?
Lo sabia es ana....

Ana :hey,¡¿otra vez llegas tarde?!

Aitana :hey Ana! Estaré allí en cinco minutos como máximo no te preocupes

Ana:vale, pero,en realidad, no es por eso que te e llamado

Aitana :oh, bueno ¿que pasa entonces?

Ana :querua ponerte al tanto de una reserva de última hora en el restaurante, es un cumpleaños, así que será una noche larga

Aitana: jo....no sé por cuanto tiempo más podré seguir con esto, ana

Ana:lo se, cariño... Pero no tienes muchas opciones, así que reúne todas las fuerzas que tienes y ven al restaurante de una vez

Aitana :bueno enseguida estaré allí

~colgué y prácticamente empecé a correr hacia el restaurante

~no miraba por donde iba, todavía miraba mi teléfono y escribía mensajes

~cuando alguien chocó conmigo tan fuerte que deje caer mi teléfono y me caí

Persona x:oh lo siento mucho

Aitana :esta bien yo tampoco estuve mirando por donde iba, ayudame a levantarme porfavor

Persona x :te ha hecho daño? Ven dame tu mano

~en cuanto sus dedos tocaron mi piel sentí la electricidad corriendo por mi cuerpo había algo curioso y misterioso en ese chico y aún me quedaba por descubrir que fue lo que me dio esa impresión

~nuestras miradas se cruzaron mientras el me levantaba y sentí como si el tiempo se hubiese detenido

Aitana :no, no me e echo daño. Gracias por preguntar, pero no estoy tan segura de mi teléfono

Persona x :déjame ver

~alcanzó mi teléfono, que seguía en el suelo y vio una enorme grieta en la pantalla

Persona x :o no esto no está bien, ya mismo te llevo a una tienda para que te arreglen esto

Aitana :imposible no tengo tiempo para eso ahora, llego tarde al trabajo

Perdona x :pero me siento totalmente responsable de esto, debí haber tenido más cuidado lo siento mucho

Aitana :no importa, lo que importa ahora esque llegue a tiempo al trabajo, nada más

Persona x :déjame al menos llevarte en coche

~este tío habla enserio? ni siquiera lo conozco. Pero.. Parece un chico honesto

Persona x :venga es lo mínimo que puedo hacer

Aitana :claro gracias por la oferta, solo espero que no me saques un riñón y me dejes en algún lugar del bosque

Persona x :jajaja no te preocupes soy el chico más amable del mundo lo prometo, pero es agradable que en realidad no tengas ni idea de quién soy

Aitana :porque debería saber quién eres?

Persona x: no importa. Déjame disfrutar de este momento

Aitana :eres muy raro

Persona x :jaja y tu eres tremendamente honesta, lo cual es adorable

Persona x :por cierto me llamo cepeda

Aitana : yo soy aitana

Cepeda :encantado de conocerte aitana

Aitana :igualmente cepeda

~Tuve que admitir que era un verdadero encanto

Cepeda :nos vamos? mi coche esta aquí cerca

Aitana :claro, pero date prisa por favor me estoy poniendo muy nerviosa

Cepeda :no te preocupes roi es un excelente conductor

Aitana : roi?

Cepeda :si el es mi conductor y mi fiel compañero durante los atascos de tráfico

Aitana :vaya tienes un conductor, no me lo esperaba

Cepeda :espero que no tengas una mala opinión de mi ahora que lo sabes

Aitana :pues todavía no se que pensar, ni siquiera te conozco

Cepeda :podríamos cambiar eso muy fácil

~me apartó el pelo de la cara tocando mi piel mientras tanto, se me puso la piel de gallina y no pude evitar sonreír

Aitana :si que eres algo especial... Pero no hay tiempo para eso ahora

Cepeda :cierto tu belleza es tan fastinante que se me olvida que tienes prisa. Vámonos

~poco después llegamos al restaurante, salí deprisa del coche antes que el tuviera la oportunidad de decir algo

~sentí que habría perdido el control si hubiera pasado un minuto más con el, era así de guapo. Llegué al restaurante tan rápido como pude sin mirar atrás