¿Qué razón tengo para seguir aquí?

Capitulo 5: Un día que quiero olvidar

¿No te has preguntado alguna vez si eres la razón por la que discuten tus padres? 

Yo lo hice un sinfín de veces y aun me lo sigo preguntando. . .

Por lo que veo, probablemente no lo veas como la gran cosa, pero eso para mí siempre sera algo que me dejo marcado de por vida, solo espero que no me veas como un estúpido tras contarte lo que me paso ese día

Diez años atrás

Miércoles, 15/04/846

No sé porque esta pasando esto de nuevo, siempre pasa esto cada vez que él llega a casa, bueno, si es que llega a casa, casi nunca veo su casa por los pasillos o en cualquier otro lado de la calle. Siempre veo a mis padres discutir con tan solo verse la cara, yo solo era un niño en esos tiempos, no comprendía con exactitud el porque de sus peleas, pero eso si, el miedo a salir lastimado tanto verbal o físicamente me lo impedía.  

Siempre rogaba entre susurros con que se detuvieran, sentado en la puerta de mi habitación y cubriéndome los oídos en un intento inútil por no querer escuchar las palabras fuertes que se decían entre sí.

Sentía que papá nos estaba dejando de lado a mí y a mamá, como no nos ofrecía ninguna fuente de ingreso, mamá empezó a trabajar como enfermera en el hospital de la ciudad, el trabajo era duro, pero le pagaban bien a los doctores y enfermeras. 

Para ese tiempo papá nunca daba la cara en nuestro hogar, me daba miedo, pero me acostumbre rápido a quedarme solo en casa, de vez en cuando cuando ya no había nadie en mi casa, salia a dar caminatas por la calle. Te seré honesto, envidiaba a todo aquel que veía caminando tomado de la mano, jugar, o simplemente sonreír felizmente con sus padres, no quería deprimirme por algo tan mínimo como eso, era pequeño, pero no estúpido, así que pensé ver mi situación desde otro angulo.  

Una hora después

*Knock knock knock kncok knock°

Toque la puerta por segunda vez.

¿?: ¡Yo abro! – Dijo una persona del otro lado de la puerta –.

Espere un par de minutos para que por fin abrieran la puerta, dejándome ver una persona de la misma edad que yo.

¿?: Es raro que vengas sin avisar ¿Que ocurre? – Pregunto extrañada –.

Eren: ¿Tienes un momento? Necesito hablar con alguien – Nos conocíamos más de un año, pero ambos pasamos por casi lo mismo –.

¿?: Aamm. . . – Pensando un poco – Espérame un momento.

Cerro la puerta dejándome en espera otra vez, a los pocos segundos volvió a abrirla.

¿?: Si, mis padres me lo permitieron.

Eren: En verdad te lo agradezco, Mikasa.   

Salimos a caminar un rato a un lugar en especifico, si, lo que esperabas, mi. . . o más bien. . . nuestro lugar especial, muy apartado de las personas y demasiado tranquilo, perfecto para entablar conversación. Escogimos sentarnos cerca del lago, quería arrojar unas cuantas piedras a este mientras hablamos.

Mikasa: ¿De que quieres hablar? – Sentándose unos pocos metros cerca del lago –.

Eren: – Agarre la primera piedra – ¿Como lo haces? – Lance la piedra en el lago, esta dio un par de saltos para luego hundirse en este – ¿Como haces para estar bien con tus padres?.

Me agache para agarrar una piedra que estaba a la orilla del lago, pero me detuve unos momentos para ver mi reflejo en el agua cristalina, solo miraba a un niño buscando ayuda como un perro callejero buscando comida.