Morbo -Yaguchi Kyosuke/Yacchan-

Capítulo 7: Bueno...

Narra Atsushi:

—Vamos Yaguchi, sal del baño de una vez—digo, cansado de su actitud

Lleva una hora encerrado en el baño. Por algún motivo ha decidido que si está ahí metido no va a tener que enfrentarse a mi y a lo que ha pasado, claro, me va a dar amnesia y voy a olvidar que se ha corrido en mi mano. Mocoso tonto.

—Entiendo que estés avergonzado, pero ocultarte no va a solucionar nada. Sal, hablemos como personas civilizadas—

Me apoyo en la pared, esperando su respuesta. Creo que he apresurado un poco las cosas, seguramente el mocoso no puede procesar que le ha gustado lo que le he hecho, pero no me arrepiento. Ha sido la vez que he estado más cerca del verdadero Yaguchi, de su fragilidad y sus temores, no quiero retroceder.

—Vete—responde, golpeando la puerta, probablemente con el pie

—No voy a irme, no seas crío—

—Te has aprovechado de mí—

Frunzo el ceño, ofendido y golpeo la puerta con el puño, pero mucho más suave.

—No es cierto, tú lo querías, lo pediste—suspiro—Por favor, Yaguchi, sal. No voy a tocarte si es lo que te preocupa—

Se oye un gruñido al otro lado y finalmente el mocoso decide salir del baño. Todavía tiene el pelo revuelto y los ojos rojos de tanto llorar, parece muy frágil y eso me hace sentir ternura, algo que, desde luego, no quiero sentir. Que quiera deconstruir a Yaguchi y apoyarlo no significa que quiera tener sentimientos por él, ni siquiera quiero sentir aprecio realmente.

—¿Qué quieres? ¿Burlarte de mí?—murmura enfurruñado

—Solo quiero ver si estás bien—respondo con sinceridad—No solo por lo que hemos hecho, sino por todo—

—¿Hemos hecho? Yo no hice una mierda, fuiste tú quien me masturbó—

—Y se sintió bien, ¿no? Por como gemías diría que sí—

—Eso no significa que sea homosexual—

—En realidad significa que también te atraen los chicos, lo cual no es malo—

—¡No me atraen los hombres! Solo me pasa contigo y no se porqué, pero es muy molesto—dice, alzando la voz

Se sonroja al darse cuenta de lo que ha dicho, pero no se aparta cuando acaricio su mejilla con el dorso de la mano. Este chico es mucho más frágil de lo que parecía, tan solo... tan poco amado. Entiendo ese sentimiento a la perfección.

—Tú también me atraes, Yaguchi, no hay nada de malo en eso. Podemos hacer muchas cosas juntos—

—No quiero... no quiero hacer esas cosas con hombres—murmura

—¿Por qué no?—

—Eso... me hará menos hombre, menos masculino. Contigo tendré que ser el de abajo y acabaré siendo más femenino y los demás pensarán que deben ligar conmigo, suficiente tengo que aguantarlos ya... todo se hará más complicado y me alejaré todavía más de la imagen que quiero dar ante los demás—

—Lo que estás diciendo no tiene nada de sentido, ¿sabes? Estar con un hombre no te hace femenino, no te hace menos válido o viril, eso son tonterías y estereotipos discriminatorios. No tienes que preocuparte por nada, iré al ritmo que tú necesites—

—¿Lo dices en serio? ¿Me lo prometes?—

—Te lo juro—

— — —

Resoplo, apartando los labios del cuello del menor. ¿Tantas cosquillas tiene, en serio? Yaguchi arquea la espalda y agarra mis mejillas con sus manos para besarme. Es bastante demandante y se nota que está en plena adolescencia.

—Te ves impaciente—me burlo

—Cállate idiota—frunce el ceño—He estado mucho tiempo reprimiéndome y masturbándome por no tener a nadie con quien experimentar, tú me has obligado a aceptar esto, así que ahora lo mínimo que puedes hacer es complacerme. Si no me sigues el ritmo te golpearé—

—Para el carro, enano, ¿con quién crees que estás hablando? Serás tú quien no pueda seguirme el ritmo—aprieto mi erección contra su trasero—Voy a ser gentil y considerado puesto que eres virgen y nunca has hecho nada con nadie, pero en cuanto aprendas un poco voy a dejarte sin poder caminar bien por días, ¿lo pillas?—

—Ya claro, con esa cosita que tienes—

Frunzo el ceño, levemente ofendido por sus provocaciones, pero también divertido.

—Me has dicho que todavía no te sientes preparado para tocar o ver un pene ajeno en un contexto sexual, pero como sigas siendo tan insolente voy a sacarla ahora mismo y te haré tragar hasta el fondo—

Yaguchi se sonroja ante mis palabras directas y aparta la mirada. Es la perfecta combinación entre lindo, pervertido e insolente, no pensé que me divertiría tanto con él, pero me equivocaba. De todas formas cumpliré mi amenaza como se atreva a burlarse tanto de mí, aunque no quiero asustarlo, él tiene un cuerpo pequeño y yo... bueno, digamos que estoy bastante bien dotado. Soy muy alto y robusto, todo mi cuerpo es acorde a eso. La primera vez que lo penetre va a ser increíblemente doloroso para él, así que quiero ir preparándolo poco a poco, voy a respetar su ritmo. De momento solo hay besos y alguna caricia de cintura para arriba, que a decir verdad ya es un avance, pero estoy deseando hacer cosas más placenteras.

Tal vez me he precipitado opinando sobre Yaguchi, siento que en pocos días lo he conocido mejor que en todo el tiempo que nos conocemos, aunque todavía sigue siendo inaccesible con algunos temas, pero bueno. El pequeño ha avanzado mucho y hay que reconocérselo, estoy orgulloso.

Pero me duele la entrepierna como el infierno, podría al menos tocarme un poco. Mocoso egoísta.