10/06/2017

377 1 0
                                    

Hoy tengo una fiesta, hace mucho no salía. Sé que la voy a


pasar mal ya que estoy muy gorda para mi gusto, estoy


muy triste y para subirme un poco inhale cocaína.


Recién volví de la fiesta y fue peor de lo que pensé, llegue


y empezamos a fumar porro con mis amigas. Mientras la


estaba pasando dentro de todo bien me tocan el hombro,


me doy vuelta y era Jesús que me pedía fuego. Se lo di y me dijo "gracias chica que no conozco" y le dije que era yo


y dijo que no me reconoció ya que la última vez que nos


vimos fue en enero, todavía no sé como pude aguantar


todos estos meses sin él. Es hermoso prendiendo su porro,


me devuelve el encendedor y se va. Me bese con 3 chicos


no más en el transcurso de la noche y lo hice porque


estaba triste porque no podía dejar de mirarlo hablando


con esas chicas con las que habla en fiestas y se saca fotos.


Además de Jesús me sentía mal porque pensaba que todos


me estaban mirando e insultándome por lo gorda que


estaba.


Con todo el porro y los chicos ni me acordaba de Jesús


pero ahora sabía que lo iba a tener en mi mente por


mucho tiempo más. Era obvio que en algún momento nos


íbamos a cruzar ya que somos del mismo barrio y


conocemos la misma gente pero no me lo esperaba a esto, yo no contaba con verlo ahí.

Vicio y rutinaМесто, где живут истории. Откройте их для себя