[00]

2K 250 41
                                    

Todo humano desea algo.

El deseo de tener cerca o lejos de ti. El deseo que aparezca o desaparezca de tu vida. El deseo de verlo por siempre o de nunca más volverlo a ver. El deseo de obsesionarse tanto que es una droga para ti o de tenerle tanto miedo que sólo puedes correr lejos.

Que sólo ese algo sea únicamente tuyo.

(...)

found you

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

found you.

Sin tener otro camino más por donde ir, seguiste corriendo a donde tus instintos te decían a que fueras. Tu corazón aceleraba con cada paso, con cada respiración que tomabas; te sentías sofocada. Te costaba trabajo poder respirar pero no importa cuánto dolor sientes en tus piernas, si en cualquier momento te puedes caer, tenías que seguir alejándote. Después de tanto tiempo, después de todo lo que ha pasado, tenías que largarte de este lugar. De este mismo infierno.

Las manos de los demonios en el infierno sostenían tu cuerpo para quedarte aquí. La mano de Dios aún se encuentra lejos. Aún no lo puedes ver.

Aún no puedes encontrar una manera de salir.

Sabes perfectamente que no conoces el bosque tanto como ellos lo hacen. Pueden encontrar lo más pronto posible porque, ¿quién dejaría ir a lo que más aman en este mundo? Era como un juego para ellos, esconder y encontrarte una y otra vez. Eres capaz de escuchar los latidos de tu corazón, retumba en tus oídos y no recuerdas si alguna vez sucedió en tus clases de educación física. Sin embargo, los pasos detrás de ti son aún más ruidosos. No te atreves mirar por encima del hombro, porque si lo haces perderás el ritmo y caerás ante ellos.

Necesitan de tu lindura dulzura, la dulzura intoxicante de tu piel, labios, ojos, cabello, manos, cuerpo, voz, personalidad—todo. Necesitan del querido jarabe que te absorbe. Toman del jarabe para sentirse vivos. Han encontrado un valor en este mundo y vida-a ti, por supuesto, no dejarán que escapes de sus manos de nuevo.

Han matado antes, han sentido la sangre de alguien más, era sencillo de asesinar a rivales.

Sabías que no debiste haberte confiado tanto. Sabes que esa era la misma razón por la cual temias a los hombres. Tu androfobia, por otra parte, sólo hicieron quererte aún más. Porque el sentimiento de querer protegerte de todo está consumiendolos.

Que sólo sean tú y [----] en el mundo.

Nadie más los molestaría.

Nadie será capaz de separarlos ahora.

Nadie más te tendría.

Tan cerca de ti, a unos pasos de que sus manos toquen tu espalda hace sus pelos pararse de punta, la adrenalina de haberte perseguido por tanto tiempo tendría su fin. No pudieron evitar sonreír y soltar una risa oscura.

Tus lagrimas hicieron tu vista borrosa, caían de tus ojos y rodaban por tus cachetes, murmurando plegarias. Reconociste la voz, sabías ahora quién te perseguía...

Deseabas que todo esto sólo fuera un posible sueño.

jarabe de arce ; knyWhere stories live. Discover now