27. Amy Martins Yanes

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Steven Harvet:

—Colaborar con la declaración, probablemente reduzca tus años aquí —informo a Jackson mientras sus codos descansan en la mesa de la sala de visitas de la cárcel.

Su rostro es inexpresivo, aunque ahora no comenta sobre la muerte de Mishelle, cuando nos encontrábamos en la habitación de Amy y él disparó, observé su momentáneo arrepentimiento. Un arrepentimiento que lo llevó a dudar sobre su propia vida, pero que afortunadamente no impidió que él me escuchara y dejara los pensamientos suicidas y alejara el arma de su cabeza.

—No necesito de tu ayuda, Harvet.

Lo sé. Y tampoco quiero involucrarme en sus asuntos legales o estar aquí, de hecho, mi único deseo es llegar a casa y estar junto a Amy, pero antes debo asegurarme de que no existan más planes o instrucciones por parte de Eker.

Y es por eso que mientras yo rendía mi versión de los hechos, Pratt mi colega y amigo se aseguraba de que Benny fuese trasladado con éxito a la sala de emergencias de la cárcel, si de algo me debía ocupar personalmente, era de Jakcson, razón por la que pedí al oficial Hambert admitir mi visita después de que él rindiera su declaración.

—Informarte de lo obvio no es ayudarte, es algo que el abogado que lleve tu caso te informará —explico.

—Sabía que Mishelle estaba aliada con Eker, lo que no sabía es lo que serían capaz de hacer, hasta hace poco —por primera vez desde que estamos aquí, habla del tema—. Cuando descubrí donde vivía pude leer lo que habían hecho y los inexistentes remordimientos que tenía Mishell al haber interrumpido su embarazo.

—Jackson, entiendo...

No perdí un hijo, pero viví la pérdida y Amy lo vivió durante años, lo entiendo, mucho más de lo que él pueda imaginar.

—Verla disfrutar en mi propia cara la muerte de nuestro hijo me dolió... —dice con amargura—. Quería verla tras las rejas, sufriendo día a día, no matarla, te lo aseguro.

—¿Sabes? Por un momento yo también llegué a desear acabar con Mishelle o Eker con mis propias manos.

Confieso las emociones conflictivas que tuve martillando en mi cabeza.

—¿Tu? —sonríe incrédulo con la misma amargura de antes.

—Sí. Yo —respondo con sinceridad—, Jackson, dejar que la oscuridad nos consuma es fácil, pero siempre existirá algo o alguien que nos anime a ir a la luz.

—Eso es un pésimo consejo para las personas que no tenemos nada o a nadie, Harvet.

—Te tienes a ti —le recuerdo.

—Steven —Jackson baja su cabeza, evitando mirarme—, hazle saber a Rachel que lo siento. Jamás tuve intenciones de lastimarla, aceptar que ella merecía alguien mejor que yo, me dolió.

La sorpresa de su confesión me deja sin palabras, aquel incidente del que habla, ocurrió hace años, y aunque las razones que da no son las más lógicas, concuerdo en algo con él.

Rachel merecía lo mejor, y ciertamente no era Jackson el hombre indicado para ella.

—Sigue tu vida sin meterte en las nuestras. Y hombre... —replico, él inmediatamente me mira— No dejes que el odio termine por consumirte.

No vale la pena convertirse en el nuevo Eker, con una vida llena de resentimientos y sed de venganza.

Aprender a perdonar es algo que al joven que yo llamaba amigo le costó hacer, llevando a Eker Reynolds convertirse en mi verdugo. Incluso yo había cometido aquel error; Aún cuando recuperé al amor de mi vida, teniendo la oportunidad de formar una familia con Amy, no lograba ser feliz del todo... Porque no era capaz de perdonar ni perdonarme por las acciones de mi pasado.

Ámame otra vez [PARTE 2] | BORRADORTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon