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RenJun debía de admitir que se la estaba pasando de maravilla en su cita con la pareja. Le gustaba la atención y el cariño que recibía de ambos chicos, él realmente se sentía muy cómodo al lado de ambos.

No recordaba cuando fue la última vez que se sintió tan cómodo, feliz y libre de salir con alguien, sin tener que preocuparse de los demás o tener que esconderse para que no les descubrieran, con Jeno y YangYang todo era diferente.

Esa enorme sonrisa plasmada en sus labios mientras sus manos eran sujetadas con delicadeza y firmeza por las manos contrarias de ambos chicos solo hacían a su pequeño y pobre corazón latir con desesperación.

Nada ni nadie podría ser capaz de quitarle esa felicidad que sentía al estar con Jeno y YangYang.

— ¿Quieres ir a otro lado o quieres irte a tu casa ya, bonito? — Preguntó dulcemente el chino menor, mirándolo mientras esperaba su respuesta.

El mayor lo pensó por unos cortos segundos antes de negar levemente con su cabeza; el tiempo realmente se había ido en un abrir y cerrar de ojos, ¿tan bien la estaba pasando como para que el tiempo se haya ido tan rápido? RenJun no quería dejarlos y mucho menos quería irse, él quería estar un rato más con la pareja.

— Entonces, ¿qué quieres hacer, cariño? — Preguntó esta vez Jeno, regalándole una pequeña sonrisa.

— ¿Podemos ir por un helado? — preguntó, formando un puchero con sus labios y haciéndole ojitos no solo a Jeno, sino que también a YangYang.

Ambos chicos cayeron rendidos ante los tiernos encantos del mayor que les resultó difícil contenerse en besarlo y aunque terminaron haciéndolo al mismo tiempo, sorprendido al rubio por tan inesperado beso de tres en pleno centro comercial, no se opuso, tampoco se alejó o siquiera se quejó, simplemente bajo la cabeza avergonzado, sintiendo el fuerte rubor subir de sus mejillas hasta la orejas.

El silencio se prolongó solo por unos "cortos" minutos antes de que RenJun volviera a levantar su cabeza, acercándose decidido hacia el chino menor y posar sus labios contra los suyos, iniciando un lento beso con el menor, que no tardó en ser correspondido por él mientras lo tomaba de la cintura y el pasaba sus brazos por su cuello para intensificar el beso.

Por otro lado, Jeno abrió de par en par tanto sus ojos como su boca. Sí, estaba sorprendido, pero eso no le iba a impedir deleitarse con la vista que su novio y RenJun le daban, mientras ellos literalmente se comían la boca frente suyo.

No le disgustaba para nada, pero si no paraban pronto tendría un pequeño problemita dentro de sus pantalones, aunque eso le hacia tener un poco de esperanzas y pensar que quizás RenJun les daría una oportunidad. Realmente lo deseaban y esperaba que así fuera.

Por estar metido en sus pensamientos, no se percató del momento en que ambos chicos se habían separado y lo miraban con una pequeña sonrisa traviesa en sus labios; Jeno pestañeo varias veces, preguntándose ¿qué estaba pasando?, sin embargo cuando RenJun se acercó hacia él, poniéndose de puntillas y colocando ambas manos sobre sus hombros, acercándose lo suficientemente cerca de su rostro como para escuchar sus respiraciones mezclarse, entendió la risita divertida que su novio le dio mientras lo miraba por sobre el hombro del más bajo.

Se mordió ligeramente nervioso su labio inferior antes de regresar su mirada hacia el rubio y toparse con sus ojos, perdiéndose en ellos por unos minutos. Jeno podía escuchar los fuertes latidos de su corazón con claridad y aunque para RenJun no era ninguna novedad saber que estaba enamorado de él, el castaño tenía miedo de que los escuchará.

RenJun le sonrió y sin esperar más tiempo, lo beso, uniendo sus labios y moviéndolos al compás de una lenta melodía, dándose el tiempo para disfrutar los labios contrarios.

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Jaemin golpeaba un millón de veces su estúpida cabezota contra la pared de la habitación de EunBin, preguntándose ¿cómo podía llegar a ser tan imbécil?.

Todavía no asimilaba que había terminado acostándose con EunBin, ¿qué le costaba decirle que no o siquiera detenerla en el momento que se tiró sobre él? Ni siquiera lograba comprenderse del todo a sí mismo.

Antes de irse, Jaemin miró por última vez a la pelinegra que dormía tranquila y plácidamente sobre su cama, su cuerpo desnudo cubierto por una sábana, haciéndole soltar un pequeño suspiró de frustración, ¿qué había hecho?.

Tan solo pensar en RenJun le hacía sentirse aún más imbécil de lo que ya era, no solo lo había lastimado y jugado con él, sino que también lo había hecho con EunBin. No cabía duda de que EunBin se sentiría usada cuando terminará su relación y aunque Jaemin realmente no quería que ella se sintiera así, no podría evitarlo.

Negó levemente con su cabeza, cerrando cuidadosamente la puerta de su habitación para después dirigirse hacia la salida. No quiera estar cuando EunBin despertará o cuando sus padres llegarán, porque seguramente lo matarían apenas lo vieran.

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Lxs adoró >3<

You're A Liar [RenMin/JaeJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora