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Krel caminaba por la calle, estaba pensando en cosas normales cómo pasar por un regalo para Douxie y comprar las galletas favoritas de Nari y Archie, cuando de pronto sus pensamientos negativos surgieron de la nada. Recordó los momentos en los que estaba con la Orden Arcana, cuando estaba con Skrael. Recordó las conversaciones que tuvieron y también recordó aquella vez que el semidiós estuvo a punto de besarlo. Se quedó parado y lágrimas comenzaron a brotar.

-- ¿Se encuentra bien?-- Un chico se acercó a él.

-- Si, sólo fue un mal pensamiento, yo...-- Al mirarlo, reconoció el rostro del contrario-- ¿Seamus?

-- ¿Krel?

-- ¿Qué haces aquí? Creí que estabas en Arcadia Oaks

-- Estaba, pero tuve que venir por un curso de astronomía obligatorio si quiero quedarme en la universidad

-- Me alegra que sigas tus sueños

-- Gracias ¿y qué hay de ti?

-- Regresaba del trabajo, debo de comprar algunas cosas

-- ¿Ya trabajas? Pero si tienes un gran potencial en las matemáticas, yo siempre pensé que ya hasta habías terminado dos maestrías y un doctorado-- Bromeó.

-- Pasaron ciertas cosas y ahora necesitamos dinero. Pronto tendremos que volver a irnos de aquí, ningún lugar es seguro para nosotros

-- Algo me dice que tiene algo que ver con todas las cosas locas que pasaron en Arcadia

-- Exactamente, ahora tengo que comprar algunas cosas

-- Iré contigo, mi ruta es en la misma dirección a la que ibas

-- Bueno, gracias

Los dos chicos caminaron por las calles de la ciudad, donde estaban no era tan transitado, pero si había varias personas caminando a su alrededor. Krel seguía mirando al suelo, Seamus miraba al frente. El moreno se paró en un puesto de galletas, compró una bolsa y siguieron caminando, su acompañante sólo lo esperaba y caminaba a su lado en silencio, luego de unos cuantos pasos, nuevamente el moreno se paró en un puesto de flores y compró una rosa con un bellísimo tono rojizo.
El más alto quiso romper el silencio.

-- ¿Acaso ya tienes novia?

-- No, para nada. Bueno, algo así, es para alguien muy especial

-- Ya veo...-- Cuando continuaron su recorrido, el más alto se detuvo haciendo que el akiridiano volteara a verlo-- Te seré honesto, no solo estoy aquí por el curso. Cuando te conocí llegué a odiarte, no quería que alguien más fuera igual de listo que yo, pero tú me superabas. No quería admitirlo, pero después de esa prueba cuando me dejaste ganar sólo por que querías que fuera al campamento... Supe que no sólo eras bueno en las matemáticas, sino eras bueno como persona, llegué a apreciarte al punto que pude sentir algo por ti. Se lo dije a mi padre, pero él se negó rotundamente, no podía tolerar que su hijo le gustara alguien de su mismo sexo ni mucho menos alguien diferente

-- ¿Qué?

-- Ya sabes, él suele ser racista a veces... Casi siempre. El punto es que me quiso alejar de ti y me inscribió en un internado que al parecer "cura" a los gays

-- La verdad no sé que decir ante todo lo que estás comentando...

-- Pero el destino nos puso en el mismo camino, es una señal ¿no?

-- Ya veo a donde tratas de llegar, lamento desilusionarte, pero no. No es el destino, es sólo una coincidencia. La verdad es que si tengo pareja

-- ¿Así? ¿Quién?

-- Tengo que irme, fue un gusto hablar contigo

Dio media vuelta, pero cuando se iba a ir, el rubio lo tomó de una muñeca.

𝑴 𝑬 𝑴 𝑶 𝑹 𝑰 𝑨 𝑺   ཹ░⊳ ᴡ ɪ ᴢ ᴀ ʀ ᴅ ꜱ  Where stories live. Discover now