Capítulo 23

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Acomodé detrás de mi orejera los pequeños mechones de cabello rebelde, mire mi celular para observar que se acercaba la hora para recibir a los invitados de la fiesta de caridad, guarde mi celular en mi bolso para dirigirme a la cocina para observar que todo estuviese en orden, converse un poco con el chef quien tenía ya todo preparado después me dirigí con el jefe de meseros para luego verificar que todos tuviesen un porte correcto, di un recorrido en el gran salón para pensar en las posibles fallas junto con las posibles soluciones, mire mi celular nuevamente para ver la hora notando que solo habían pasado un par de minutos.

—Cariño te ves pálida, deberías sentarte por un momento todo se ve perfecto, estará bien—
mi madre me extendió una silla pero yo negué mientras volvía a poner la silla en su lugar.

—Tengo todo con un orden perfecto, estaré bien solo estoy un poco agotada.

—¿Solo un poco? Aún con ese elegante vestido y ese maquillaje noto todo tu cansancio, estaremos bien a partir de ahora.

—¿Donde está Karri? —le pregunté a mi madre al no verla por ningún lado.

—Oh bueno, dijo que tuvo pequeños problemas con la niñera pero...

—Bien yo ocuparé su lugar, ella ya debería estar aquí, ves porque estoy preocupa ella siempre a sido así, no entiende que el factor fundamental de todo esto es la puntualidad y...

—Deberías respirar o vas a explotar —Kent se acercó con una sonrisa yo le mire para acercarme y acomodar su corbata —no se preocupe ahora, yo cuidare de Ari.

—Buena suerte Kent, parece que esta al borde del colapso.

—No deberías exigirte, es malo el estrés para todas las personas en especial para alguien de tu condición —mencionó mientras llevaba sus manos hacia mí cintura, por inercia gire para observar mi vientre lo mire nuevamente antes de asentir.

—Lo se pero quiero que esto salga perfecto. Vendrán mas personas importantes de lo que esperaba y podría ser mi oportunidad para que el negocio vuelva a flote, además estaría mintiendo si dijese que la presencia de Ginger no me causa pánico.

—Ya no son unas niñas, ambas son mujeres exitosas y maduras, estarás bien te lo prometo.

—Aún así no puedo evitar el sentir que algo saldrá mal.

—Todo estará bien... Ya te dije que hoy te ves hermosa.

Mire a Kent y es que en el si en el pasado me hubiera dicho esas palabras mientras me miraba directamente a los ojos, con sus manos alrededor de mi cintura me habría desmayado de inmediato pero ahora que era consiente de su verdadera orientación sexual y que literalmente no sentiría nada por mi más que un cariño fraternal me hacía sentir totalmente cuerda.

—Gracias, tu también estas muy apuesto.

—Sabes Ari...

—Perdón que te interrumpa —mire mi celular el cual sono indicándome que ya era momento de dar la bienvenida a los invitados —pero ya es hora iré a dar las ordenes de bienvenida. Vuelvo enseguida.

—Claro, está bien.

Salí de la gran sala y sonreí satisfecha al ver que las personas ya se encontraban en su lugar, fui a la gran entrada para ver los autos y mire como varios fotógrafos se encontraban de una manera ordenada en las afuera, mi mirada se cruzó con Damián quien me sonrió a lo cual le devolví el gesto, el lanzó un beso en mi dirección pero yo solo reí debido a la vergüenza.
Mire mi celular para ver el numero de mi hermana para marcarle pero ella no contesto, creo que por fin podría darle un gran regaño, era vergonzoso que una de las alfiltriones no estuviese presente.
Guarde nuevamente mi celular y decidí salir para ser yo quien diera la bienvenida a los invitados.

¿Aceptas Este Amor? Si... No... ¿Tal Vez? Onde histórias criam vida. Descubra agora