Primer pecado

4.8K 458 81
                                    

Cuando cayó del barranco no hubo nada de lo que pudo sujetarse, su cuerpo comenzó a rodar colina abajo siendo golpeado por las rocas y árboles en el camino. El ninja detrás de ella dejó de perseguirla, quedándose en la orilla observándola caer.

Cuando su cuerpo finalmente se detuvo, no pudo moverse, respirar le resultaba doloroso al igual que la apuñalada en su costado. Con las manos temblando cubrió la herida e hizo presión para no perder mucha sangre, necesitaba usar ninjutsu médico pero estaba muy cansada. Sin poder moverse dejó caer su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, perdiéndose en el momento. Quiso pelear para permanecer despierta pero nada funcionó, se sumió en la oscuridad antes de poder hacer algo para ayudarse a si misma. Los ninjas que la perseguían vieron su cuerpo al final de la colina totalmente inmóvil, posiblemente casi muerta a sus ojos.

Un trueno retumbó a lo lejos y observaron las nubes oscuras por varios segundos. Si la caída no la había matado, su cuerpo débil y la hipotermia lo haría por lo que simplemente se dieron la media vuelta pensando en que cumplieron su misión.

Acabar con Sakura Haruno.

Un chico sin embargo observaba a lo lejos, para su buena o mala suerte Sakura acabó justo al frente de una guarida resguardada bajo genjutsu para impedir que cualquier persona la encontrara por error.

Orochimaru tenía varias guaridas y esta estaba al mando de alguien de su confianza: Kabuto. El chico pelinegro que miraba a lo lejos rápidamente se dio la media vuelta y entró a la cueva tomando el camino secreto para adentrarse en el laberinto de pasillos hasta que llegó al laboratorio. Abrió de un portazo haciendo que el peligris volteara a verlo bastante irritado y por supuesto, molesto.

"¿Se puede saber a que se debe tal interrupción?" Demanda saber con un tono de voz bastante sombrío.

El niño traga en seco y se aclara la garganta antes de hablar.

"Frente a la entrada, una kunoichi ha rodado colina abajo." Avisa señalando el camino detrás de él.

"No es asunto nuestro."

"Parece ser de Konoha, creo... tiene el pelo rosado, llama bastante la atención." Kabuto deja su pergamino sobre la mesa y se levanta de su banco de manera lenta. Con un movimiento de cabeza le indica al niño que comience a caminar Y así es como ambos se dirigen de vuelta a las entrada de la guarida secreta.

Y justo como Gyo había dicho, la kunoichi pelirosa de la hoja estaba allí acostada sobre la tierra totalmente inconsciente. El peligris se asegura que no haya nadie en la zona y cuando el perímetro está desierto, sale a su encuentro con la chica.

Sakura Haruno había crecido. Su cuerpo se había vuelto más definido, y el entrenamiento moldeó sus músculos de manera generosa. Justo como la primera vez que se conocieron, su cabello estaba largo y su rostro ya no era el de una niña. A pesar de los golpes era fácil reconocer que la chica es hermosa. Su mirada se posa sobre la apuñalada en su abdomen por lo que decide llevarla dentro de la guarida y probar su suerte.

No sabe por que la está ayudándo. ¿Será por los viejos tiempos? Admite que cuando pasaron tiempo juntos en el bosque intentando buscar esos pergaminos no fue nada malo, una gran experiencia si dejaba de lado el hecho de que todo fue una mentira. Ella confió en él pero sus bandos eran diferentes, tal vez en otras circunstancias le hubiera agradado ser amigos con la kunouichi pero ya está metido hasta el cuello con Orochimaru. No hay vuelta atrás, por lo tanto aquella posible falsa amistad con la kunoichi sería solo un vago recuerdo, probablemente le odiaba ahora.

Sus dedos se entierran en sus muslos al cargarla y sorprendente la sensación le parece íntima. Cuando su cabeza queda sobre su pecho puede oler la fragancia de su cabello, dulce como su presencia. Los tres se adentran devuelta a la cueva y atraviesan el laberinto sin problemas hasta llegar al cuartel.

"¿Tenemos habitaciones disponibles?" Pregunta al chico caminando detrás de él.

"Hmm, la del chico que murió hace dos días." Responde intentando recordar.

"Oh si, no resistió la segunda dosis. Dejemosla allí." Gyo asiente y toma el liderazgo para guiarlo a aquella habitación vacante.

"Kabuto-sama, ¿la conoce?" Sabe que no puede negarlo, además de que no quiere.

"Digamos que... somos viejos amigos." Suelta con algo de amargura.

"¿Está feliz de verla?" Aquella pregunta lo toma por sorpresa. Ver a Sakura de nuevo le ha recordado al joven Kabuto que se sintió bien al ayudar y pasar tiempo con el equipo siete, pero sabe que después de haber ayudado a Orochimaru a atrapar a  Sasuke para ser eterno, no había sido algo de lo que pudiera estar orgulloso y mirar a Sakura a los ojos.

"No lo sé, Gyo. Sé que ella no lo estará de verme."

El niño decide no decir nada más. Abre la puerta de la habitación y lo deja pasar primero con la chica en brazos. Con cuidado la deja sobre la cama y alcanza la silla del escritorio para sentarse justo a su lado.

"Tráeme mi kit médico."El niño da una reverencia antes de desaparecer corriendo. 

El peliplata aparta el cabello rosado de su rostro y examina sus facciones nuevamente admirando lo delicada que luce, su pulgar acaricia su pómulo derecho y baja a sus carnosos labios entreabiertos, sintiéndose extrañamente atraído por la suavidad de estos. Su mano no se detiene baja a su cuello y toma el cierre de su blusa para bajarlo de manera lenta, sintiéndo que lo que está haciendo es incorrecto. Sus pechos están cubiertos con una venda y viste una blusa de maya. Con cuidado aparta la blusa de maya y le echa un vistazo a la herida en su abdomen. Era obvio que quien le hizo esto buscaba matarla y por un momento se alegró de haberla encontrado aun con un pulso, con una gran posibilidad de salvarla.

Él se encargaría de ella esta noche, su vida estaba en sus manos y esta vez, quería hacer algo genuino por ella.

Maybe♡KabuSaku♡Where stories live. Discover now