No soy un experimento. [COMPLETA EN AMAZON]

-Capítulo 1-

Hola, mi nombre es África, tengo diecinueve años y soy un experimento. Sí, como leen, un experimento. Mi tío, el doctor Flynn, consiguió clonar a su sobrina Alba y yo soy el resultado. Se podría decir que solo soy la copia de una persona.

Alba ahora tiene cuarenta y seis años, aunque luce estupenda. Sus llamativos ojos azules hacen contraste con el negro de su pelo, el cual lleva por la altura de los hombros. Su piel es clara y su figura es admirable. Las únicas diferencias que podría destacar entre ambas es que mi cabello es más largo en este momento y mi piel está algo más bronceada porque me paso el día tomando el sol en la piscina de casa desde que comenzó el verano.

Es mi única oportunidad de ver el sol, pues tengo prohibido salir a la calle. Nadie a excepción del doctor Flynn, Alba y Jennifer saben de mi existencia.

Jennifer fue la mujer que se ofreció para llevarme nueve meses en su vientre. Paso con ella un día al mes, su visita es lo único que espero con ansias. Desconozco cómo es su vida cuando se marcha de aquí, solo sé que al igual que mi tío, también es científica.

Tengo revisiones médicas constantemente, el doctor Flynn dice que necesita asegurarse de que todo marcha correctamente y envejezco como una persona normal.

Odio ser una rata de laboratorio.

Antes no entendía por qué me escondían, pues supuestamente soy un avance en la ciencia, así que les pregunté. Me confesaron que la clonación humana era ilegal, un acto poco ético para algunos. Reflexioné durante días sobre aquello, pero no llegué a ninguna conclusión clara.

Solo puedo salir de mi habitación cuando el doctor Flynn o Alba pueden vigilarme. Lo cierto es que no confían mucho en mí, saben que lo que más deseo en el mundo es salir.

Ahora me encuentro en mi habitación, la cual es diminuta y carece de ventanas, lo único positivo de esta es que cuenta con baño propio. Estoy viendo un programa de televisión, ya que es una de las pocas cosas que tengo permitida. Ver la televisión, leer, estar en la piscina —vigilada—, respirar, ir al baño, comer y dormir.

Cuando veo alguna película o leo un libro sueño con ser la protagonista. Vivir una aventura, ser libre y disfrutar de la compañía de otras personas. Enamorarme. Alba me dice que lo que veo y leo no es real, sino ficción, pero no la creo. Sé que fuera la gente vive sus propias vidas, sin juzgarse cada día por ser la copia de otra persona.

A veces, sin embargo, siento que soy tan humana como ellos y que merezco tomar mis propias decisiones. Es por eso por lo que llevo días analizando cada rincón de la casa, buscando un lugar por el que pueda escapar, pero parece imposible. Por el día estoy vigilada, y por la noche encerrada bajo llave en mi habitación.

De repente, escucho el pomo de la puerta, por lo que miro en su dirección. La puerta se abre de golpe y veo a Alba con una sonrisa.

—Hola, cariño, ¿cómo estás? —cuestiona acercándose a la cama.