El deseo

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Los atardeceres más rojos del último verano trajeron a mi memoria esos besos dulces que solamente tú sabías darme. Si bien no será posible volver a vernos, ya que hoy te casas con esa morocha ceñida que supo tocarte, no puedo dejar de sentirte sobre mi cuerpo.

Si buscara en el pasado, no dudo que podría perderme entre el latido de mi corazón y el tuyo. Sabías bien como beberme de a sorbos y gozarme sin prisas.

No hay nada que sea tan atrayente como estas cuatro paredes, ellas que fueron tan nuestras. Solo aquí sin ninguna vergüenza escucharás mis gemidos. Besaré centímetro a centímetro tu piel desnuda convirtiéndola en mía y arderé de emoción olvidándome de todo.

Tú tenías la capacidad de hacerme volar, cuando ibas quitándome la ropa desplegando todas tus ansias. Era entonces que el deseo se volvía eco evanescente. ¿Arrebatarme?, resultaba poco ante tu entrega.

Es por eso que quisiera tenerte como jamás pensaras... tomaría tu sexo y lo haría cautivo. ¿Te imaginas, el momento sublime de no aguantar más el embrujo del fuego íntimo que nos dejase unidos, pero tan unidos, que flotáramos inmersos en el placer? Justo en ese punto, donde sabes que no te perteneces. Sentirte...sentirme...

Tal vez entonces te miraría en silencio, abriría mis piernas y suspiraría por la pasión que me provocas. Podríamos quedar anestesiados, no lo dudo, sumergidos en el éxtasis, hasta extenuar cada músculo por la pasión de ser uno ....Sería quizás tu boca la que buscara la mía con besos muy suaves... de esos que me dabas cuando jugábamos bajo la espuma de los sentidos.

Nada que perder y todo para recordar entre tu pecho y el mío, hasta volver a sentirte queriendo fundirte conmigo una y otra vez.

L.F. Del Signore
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⏰ Last updated: Jul 11, 2022 ⏰

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