Unidos por las estrellas [Hawks y tu]

Capitulo 10

Ambas mujeres se dirigían a un lugar que aterrava mucho, a la pelirroja, pero tenía que sacarse las dudas que tenía en su cabeza.

—No estés nerviosa, conoco a la doctora y no es mala—Trato de tranquilizarla, sus pelos estaban de punta y estaba más nerviosa esperando los resultados que tendría que darle.

—Es que... —Movía las piernas mientras veía el lugar con atención, estar en aquella sala la dejaba aún más nerviosa,todo lo relacionado con bebés y maternidad la dejaba muy nerviosa.

—Ella nos dirá si es eso o otra cosa, no te preocupes—Aquella heroina estaba ayudando a la pareja de su amigo a saber si estaba embarazada, era algo muy delicado.

Luego de unos minutos aquella mujer entró con una carpeta y reviso frente a ellas.

—Bueno, los exámenes no muestran nada fuera de lo común, Felicidades señorita tiene 3 semanas de embarazo—Hablo aquella mujer y la cara de sorpresa de la peliroja fue mucha, llevo sus manos a su estómago y aguanto las ganas de llorar.

La doctora siguió hablando a la coneja mientras que aquella chica pensaba en todas las formas para poder hablar con keigo, tenía miedo de su reacción y más ahora.

—Tu cuerpo es delicado, debes cuidarlo ahora más que nunca—La doctora la sacó de sus pensamientos—Tu y aquel bebé deben cuidarse.

Esas palabras se repetían en la cabeza de la peliroja mientras volvía a aquel apartamento que compartía con él alado.El simple echo de como reaccionaria le daba miedo y si la rechazaba... Eran miedos infundados en su cabeza cuando entró al apartamento vio que keigo estaba colocándose su traje de héroe, posiblemente tendría que ir a trabajar.

—Volvi—Hablo la peliroja mientras se quitaba los zapatos en la entrada.

—Bienvenida angelito,Lo pasaste bien—El alado se estaba acomodando la chaqueta y caminando a donde ella. —¿Pasa algo malo? —

Ella estaba temblando, pero debía decirle la verdad, el alado al ver como ella estaba actuando se preocupo, y trato de entender que pasaba.

—¿Que es lo que tienes? , amor me estas preocupando—El alado vio como ella le entregaba un papel, el lo leyó lentamente y esa palabra lo dejó atónito.

“el feto tiene 3 semanas de gestación"

Esa simple frase lo volvió a su mundo.

—N-no estas de broma—La voz del alado tembló al ver como su novia negaba, su cuerpo se volvió gelatina pero no de miedo si no de completa felicidad.

En ese momento el chico simplemente la abrazo, lloraba de felicidad, sabes que tendría un hijo lo dejaba muy feliz, la chica lo abrazo de manera tierna, aunque tenía miedo a todo ahora mismo seguía con miedo a la verdad, Talvez el mundo lo separe pero estarán juntos nuevamente.

Pelearian para permanecer juntos tos.

—Voy a ser padre—Hablo al separarse del abrazo y cargando a la peliroja—!! VOY A SER PADRE!! —grito lleno de emoción.

—Keigo me voy a caer—Salió de los labios de la peliroja para luego sonreír al ver como el alado hablaba solo de como sería aquel bebé.

—Estoy seguro que será igual de bello que yo, tendrá alitas y tendrá tus bellos ojos—Cuando bajó a la chica se dirigió al estómago de ella y coloco su oido—Pequeñooo soy papy desde hoy te saludare todos los dias~~~

—Keigo... —La chica lo llamo pero el seguía en su mundo—¡¡Keigo!! —En ese momento el alado la miro—Vas a llegar tarde al trabajo—Acomodo la ropa de su pareja y lo beso—Recuerda que tienes una reunión con endevador hoy—El alado sonrió y se fue feliz al trabajo, tendría que presumir que tendría un bebe con aquella hermosura de mujer.

Pero un pensamiento más complejo pasó por su cabeza, aun no eran una pareja oficial y cuando la prensa se enterara del embarazo de aquella fémina no la dejarían en paz, a sí que mientras volaba el alado pensaba en maneras de evitar eso.

—Llegas tarde pajarraco—Hablo aquel imponente hombre en su oficina con los brazos cruzados.

—Lo siento, la vida de un padre ahora es complicada—Hablo en tu típico tono para ser visto de manera amenazante por el de fuego mientras lo tomaba de la camisa.

—¡¡DE QUÉ HABLAS, TÚ Padre!! —hablo entrando en cólera, pensar en esa imagen no fue linda y menos para los hijos de él.

—Tranquilo flamitas, me acabo de enterar de que mi chica está esperando a nuestro hijo—Su tono de voz burlesco sacaba de quisio a aquel hombre, cuando lo bajo al suelo lo golpeó en la cabeza—!! Hey!¡

—Nada de hey pequeña avestruz, más te vale no escapar de esto—Hablo enojado aquel hombre, las plumas del alado temblaron al sentir tanto calor. —Por qué te juro que si eso pasa ten por seguro que pollo quemado abra para tu funeral—Aunque no lo pareciera aquel hombre le tomó cariño a la fémina, era capaz de conjeniar con él sin tenerle miedo y eso le gustaba, le recordaba a un animal sin miedo a nada.

El alado trago fuerte ante aquella amenaza, pero el tenía claro que no dejaría a la pelirroja aunque eso le costará su vida.

—¿Cómo puedo pedirle matrimonio? —Salió de aquellos labios, el hombre de flamas estaba apuntó de entrar en cólera y esa pregunta fue suficiente para que estallara.

Digamos que cuando keigo llegó a su hogar, parecía venir de un insendio, incluso estaba más cansado que de costumbre.

—La cena está lista—Dijo aquella chica sin mirarlo, pero al darse vuelta y verlo se sorprendio—Y ¿que te paso?

—Endevador se enojo—Hablo decaído callendo en la isla de aquella cosina. —Y como estaba serca digamos que no salió lindo...

—Bobo, deberías ir a darte un baño, antes de comer—Lo olio y se rio—Hueles a pollo quemado—El alado se quejo por la burla de su pareja pero las risa de ella se contagio a sus labios.

—Me bañare pero si tu te bañas a mí lado—Generó un puchero el cual ganó ya que la fémina apago la cosina y lo llevo al baño.

—Nos bañaremos juntos pero nada de cochinadas—El alado se quejo ya dentro del baño quitándose la ropa—Recuerda que ahora debo cuidar mi cuerpo, además debes descansar por lo que veo tus alas se demorarán en crecer—Aquella chica se encontraba desnuda abriendo el agua de aquella tina,poco a poco tanteaba el agua dándole al alado una perfecta vista de su trasero.

Un sonrojo floreció al igual que otra parte del cuerpo de él, pero tenía que aguantarse de manera sobrehumana, debía pensar en la salud de su pareja pero...

—Un poquito de amor no hace daño—Le hablo al oído a la fémina, luego de eso solo se escucharon los jadeos y el cuerpo de ambos chocando en aquel vaiben de amor que ambos compartían.