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Era otro día lluvioso en Nueva York, gente llendo y viniendo. Para nuestros abogado era otra oportunidad más, se arregló con su mejor traje para ir a su oficina donde se juntan sus casos, pero decidió que quería pasar primero por un café, o algo caliente para su cuerpo gracias a estos climas lluviosos.

Pidió su café pero llegó una llamada, saco su teléfono para atender.

Tony: no, su casero no puede poner un candado en su puerta principal... claro que no puede – su café ya estaba listo

– Doble expreso para Steve, late de calabaza para Tony– dijo la señorita del café

Tony: si estoy seguro– tomo su bebida pero no dejo que el hombre de atrás tomara el suyo – si, si no importa que diga la nota, estoy muy seguro – seguía sin dejarlo pasar por hablar por teléfono, el rubio detrás de él soltó un suspiro – si bueno le llamaré a ya abogado en cuanto llegue a la oficina...y lamento tanto que pasara en verdad– dio media vuelta pero casi choca con el hombre alto, rubio, y músculoso– oh disculpame no te vi

Steve: Olvidaste conectarme – bromeó con una sonrisa en cara, Tony no comprendió así que solo siguió su camino

Tony: Si, lo lamento, sigo aquí, solo te aviso cuando ya haya hablado con el abogado – al llegar a la banqueta colgó pero sintió que alguien caminaba cerca de el

Steve: sabes que es una estafa ¿no?– camino a lado de el

Tony: ¿Qué perdón?

Steve: late de calabaza, no tiene calabaza, sólo saborizante – el castaño solo asintió – cada otoño la industria de las cafeterías actúa como si tuviera grandes plantaciones de calabaza, para venderles bebidas a las masas – seguían caminando, Tony estaba confundido, no sabía porque ese hombre estaba caminando con el – estás bebiendo mentiras

Tony: ¿Por qué estás hablando conmigo?

Steve: no se, vamos en la misma dirección, mejor a tener una conversación a un silencio incómodo

Tony: ésto no es nada, es una conversación incomoda – revisaba su teléfono miestras aquél hombre seguía hablando

Steve: vaya entonces es ambos – llegaron a la oficina de Tony pero también Steve entraría ahí

Tony: ¿Puedo ayudarte con algo?– dijo algo irritado

Steve: claro, a abrir la puerta... tengo una cita a las nueve en punto

Tony: oh... Entonces bienvenido – entraron juntos a la oficina, y dos de los empleados de Tony se levantaron emocionados de sus asientos

Pepper y loky: ¡Felicidades!

Steve: de acuerdo– no entendía que pasaba

Tony: ¿a dónde se llevan el despachador de agua?

Pepper: Con decírte felicidades, era parte de una distracción.

Loki: resulta que trabajas con agua corriente, si trabajaras gratis Hay que cortar nuestros presupuestos– se despidieron del trabajador, el pelinegro se dio cuenta de la presencia del fortachón– Hola – dijo en modo coqueto– ¿Es mi cumpleaños?

Pepper: debe ser Steve Rogers, es tu cita de las nueve– se dirigió a Tony

Steve: esto es raro– tomo su café

Tony: bien– soltó un suspiro– sigame – caminaron hacia la oficina, será un día largo– entonces...¿En qué le puedo ayudar señor Rogers?

Steve: pues necesito un abogado y tienes fama de ser uno de los abogados con los mejores carteles en las bancas

Amor GarantizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora