6. El Error

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Regreso a casa de la escuela algo triste y frustrada

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Regreso a casa de la escuela algo triste y frustrada. Tener que llevar esta nueva responsabilidad de que mi novio no se entere que mi exnovio está en la escuela va a hacer muy agotador. Y no solo tendré que ocultarcelo a él, sino también a Caroline y Charlie. Hacer la tarea de Cumunicación con Ethan va a hacer un reto. Tendré que esconderme todos los días hasta el siguiente martes sin que ellos tres me vean con él en alguna parte.

La noche es muy hermosa. Las calles por donde yo vivo se ven muy iluminadas por las luces colgantes. Llego a mi casa, saco la llave de mi mochila, entro y me doy cuenta de que no hay nadie. Dejo mi mochila en el sillón. Ver otra vez mi hogar es muy relajante, me trae tantos recuerdos buenos y la vez malos.

Camino algo nostálgica a la cocina y veo que hay una nota sobre la mesa redonda. Al lado hay unos batidos de fresa y unas empanadas. Al parecer no estoy sola o algo así. Agarro la nota y leo detalladamente, hay una pregunta en ella.

¿Sabes quién es la persona que te ama? Voltea y lo descu444brirás.

Lo leo en voz alta y, al voltear con algo de miedo por dentro, veo a alguien acercarse a mí.

—Hola, bebé.

—Aiden, amor, me asustaste. ¡Qué sorpresa que estes aquí! ¿Tú no te cansas, verdad?

—Sabes que nunca me cansaría de estar contigo.

—Siempre tan romántico.

Me mira con su rostro tan bello, se acerca a mí y, sin darme cuenta, empieza a agarrarme la cintura suavemente hasta bajar a mi trasero. Luego, sin ninguna palabra o advetencia mía, empieza a besarme, yo solo sigo su maldito juego caliente.

—¿Si sabes que estamos los dos solos en tu casa, verdad? —me susurra provocándome algo de satisfacción.

—¿Cómo entraste aquí? —digo queriendo bajar un poco la tensión entre los dos mientras él empieza a besarme el cuello.

Deja de besarme, suelta su mano, me mira a los ojos y dice:

—Tengo algunos trucos, tu ya sabes.

Me río.

—Seguro agarrate una escalera para subirte por la ventana de mi habitación.

—Tal vez.

Me vuelvo a reír.

—Oye, ¿qué te parece si vamos a mi habitación para seguir con este juego llamado "sexo". No sé, piénsalo.

—Sabes que... —me mira con ojos de "¡por favor, por favor!"—. Espera, ¿sí sabes que tengo mi cumpleaños, y que pronto voy a cumplir 18 años. Amor, se paciente, pronto llegará tu momento —me río por lo último que dije.

—Tienes razón. Como dicen muchos, toda espera tiene su recompensa, y la mía es ese trasero.

Pongo cara de "¡hay gracias, bebé!" y la vez cara de "¡no te creo!".

—Mira, que te parece si vamos a mi habitación a mirar una película con estos batidos y empanadas que compraste.

—Sí, no hay problema. Pero... yo no compré esas cosas.

Mis ojos se ponen en blanco, queriendo evitar a dos personas muy importantes en mi vida.

—Entonces, si tú no fuiste, fueron mis...

Escucho la puerta abrirse.

—Leah, ya llegamos. ¿Cómo estuvo la escuela?

—¡No puede ser! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mis padres acaban de venir! —le susurro a Aiden.

Él se queda callado. Mi padre no le agrada mucho a Aiden, es más, creo que a mi papá no le agradó ninguno de mis exnovios que tuve.

Agarro su mano y salimos lentamente al patio sin que mis padres se enteren.

—Leah, sube por la escalera que agarré para subir.

No digo nada. Caminamos en dirección a mi ventana, subo rápidamente con el atras mío, entro y corro a mi cama pero, antes, agarro un libro para que mis padres no duden sobre mí. Por otra parte, Aiden entra debajo de mi cama. ¡Ay, están romántico!

—Leah, ¿estás ahí? —dice mi mamá subiendo las escaleras.

No respondo queriendo "concentrarme en leer". Mi madre abre la puerta, me mira con rostro de "¿mi hija leyendo el libro que le regaló su tía en su cumpleaños, el año pasado? ¡Milagro!" y cierra la puerta cuidadosamente sin "interrumpirme".

—Vaya, eso estuvo cerca —digo dejando el libro de Ciencias de ciencias en mi cama. Odio ese libro, es muy aburrido.

Aiden sale de mi cama.

—Bueno, amor. Creo que debería de irme antes de que tus padres se enteren.

—Eso estaría bien, pero antes un besito.

—Al parecer regreso la Leah que yo quería.

Me río y él también lo hace. Me da un beso, pero uno muy suave y agarra mis manos.

—Leah, antes de irme, quiero preguntarte algo.

—Dime, ¿qué es? —digo con una voz muy suave, pareciendo que alguien me hechizó de amor. Estoy tan enamorada de Aiden, no sé lo que dice, pero no me importa—. ¿Por qué siento que tú conoces al chico que te ayudó en el comedor cuando te caíste? —después de esa pregunta, mi rostro cambia por completo rápidamente.

—Espera, ¿por qué piensas eso? ¿Acaso no confías en mí? —digo al incomoda alejando mis manos de las suyas.

—Qué cosas dices. ¡Claro que confío en tí! También puedes contarme lo que sea. —Al escuchar sus palabras, pensé en decirle sobre el trabajo de Comunicación que tendré con Ethan, pero al ver este momento tan mágico con él, solo lo ignoro—. Bueno, ya tengo que irme. Y recuerda, puedes contarme lo que sea. —Se aleja, sale de mi ventana, baja hacia el césped, agarra cuidadosamente la escalera y se va.

Me acerco a mi ventana y miro a la luna y las estrellas que estuvieron acompañándome. No sé cuando tendré el valor para decirle lo de Ethan, pero llegará el día correcto. Estoy algo molesta por eso. En todos esos pensamientos míos que son sobre mí y mi alrededor, digo: "¿Será que todavía no tengo la suficiente confianza como para decirle mis cosas a mi novio?

El Exnovio De Leah HarperWhere stories live. Discover now