✧ SEXTO PUCHERITO ✧

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Un par de horas más tarde, un nuevo problema había surgido entre ambos Kim.

TaeHyung jamás pensó que cambiar un pañal sería tan difícil.

SeongMinnie había tomado leche con chocolate por la mañana, después había comido su infaltable papilla de manzana y por último un gran biberón de juguito de uva, era obvio que la naturaleza iba a llamar, pero lograr cambiar un pañal estaba resultando ser un verdadero desafío para Kim TaeHyung.

SeongMin corrió por toda la casa negándose a ser limpiado, se había metido debajo de la mesa, entre los muebles y alrededor, detrás del armario y debajo de la cama, TaeHyung no había hecho tanta actividad física en mucho tiempo.

Finalmente había logrado atraparlo cuando el bebé estaba intentando ocultarse dentro del refrigerador.

¿De dónde rayos había sacado esa idea?

Una vez lo tuvo en sus brazos, fueron directo a la habitación en donde horas atrás, el regordete cuerpito de SeongMin había cometido un horrible crimen en contra de su computadora.

Le quito los pequeños pantalones y se cubrió la nariz haciendo caras raras.

–SeongMin creo que te estás echando a perder.

El pequeño pelinegro soltó una risita adorable y milagrosamente se dejó limpiar pero huyo en cuanto su papá fue a tirar el pañal sucio a la basura, cuando TaeHyung volvió la vista a la cama, lugar en el que su hijo debería estar, lo encontró bajando entre las sabanas por el lado contrario del que él estaba.

–Ah no de nuevo hijo mío.

TaeHyung suspiro y rodeo la cama con intención de sujetar al niño pero SeongMin se escabulló por debajo de la cama para salir de la habitación.

El pelinegro mayor camino detrás de su pequeño hasta la sala, no tenía tantos ánimos para volver a correr tras él así que sólo lo observo sentarse sobre una almohada que estaba en la alfombra y comenzar a jugar con su viejo conejo de peluche.

Había decidido que podía dejarlo así un rato, en lo que él se recuperaba del agotamiento físico y mental que su ángel le estaba provocando, lo miró nuevamente y el bebé estaba sumamente concentrado en jugar con ese conejo feo, se levantó del sofá y fue hasta la cocina por un vaso de jugo.

Cuando estaba sacando el envase del refrigerador, un ruido de algo rompiéndose lo hizo girar la vista de inmediato hasta donde había dejado a su bebé y como un deja vu, SeongMinnie ya no estaba sentado en la alfombra, en cambio estaba parado de puntitas frente al estante donde se encontraba la televisión.

SeongMin estaba estirando su regordeta manito, con la intención de tocar los botones de la TV, pero en su afán por encenderla, el cisne de porcelana que tanto cuidaba JungKook estaba partido en pedazos sobre el suelo.

Ni bien recuperó el sentido, corrió a tomar en brazos a su bebé, alejándolo de los peligrosos pedazos de la porcelana.

–Cielito, últimamente rompes todo lo que tocas, ya no te dejaré jugar con el tío NamJoon.

SeongMin soltó una risita y se acomodó sobre el pecho de TaeHyung en un cálido abrazo.

El pelinegro mayor suspiro, y fue a sentarse en el cómodo sofá con su bebé, quien aún seguía sin pañal ni pantalones.

Estuvo besándole las mejillitas y haciéndole cosquillas, todo parecía muy lindo y tierno hasta que TaeHyung sintió un líquido caliente recorrer desde su abdomen hasta sus piernas.

Sabía lo que era y no quería bajar la mirada, no quería hacerlo porque sabía que aún se encontraban en el sofá, y bueno sus muslos también podían sentir la humedad.

Con un suspiro de resignación, alzó a su bebé y bajo la mirada hasta su regazo, donde por supuesto, SeongMin había decidido dejar salir el juguito de uva que había consumido.

Su camiseta, su pantalón y más importante, las almohadas del sofá estaban mojadas, lo suficientemente como para tener que encender la lavadora y meter todo ahí rogando para que se secaran antes de la llegada de su lindo KooKoo.

Le dedico una mirada cansada a su bebé y luego miró de nuevo el sofá, SeongMinnie le siguió la mirada y con una manito en la boca sonrió.

–Oh oh.

– ¿Eso él lo que dirás en tu defensa, pequeña regadera?

No había más que pudiera hacer, regreso a la habitación, se cambió la ropa después de asearse el cuerpo, limpio y vistió a SeongMin con toallitas húmedas, para después dirigirse al cuarto de lavado y encender la máquina, metiendo las almohadas y su ropa.

No, ya no despegaría sus rasgados ojos de su pedazo de cielo en ningún momento.

✧ UN DÍA CON PAPÁ  ✧ TAEKOOK ✧Where stories live. Discover now