capitulo 2

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Lauren caminaba en dirección a la oficina de su padre, Michael Jauregui, era dueño de uno de los periódicos más importantes de New York, muchas miradas se ganaba de las personas que trabajaban para su padre, deseo, admiración, podía ver en sus ojos, en las expresiones de sus rostros, pero eso a ella no le importaba, simplemente los miraba por encima de su hombro haciéndoles entender que no valían nada.

-Buenos días Srta. Jauregui.-la saludo la asistente de su padre, pero ella ni siquiera la miro, simplemente entro a la oficina.

L: ¿Para qué me mandaste a llamar?-se sentó en una de las sillas en forma aburrida.

M: Buenos días hija, me alegra que estés aquí.

L: ¿No me abras llamado para pedirme que venga a trabajar en el periódico?, porque pierdes tu tiempo, sabes que no lo hare.

M: Claro que no hija.

L: ¿Entonces para qué?

M: Bueno, ¿quería saber cómo estás?, ¿si necesitas algo?

L: Sí, necesito que transfieras más dinero a mi cuenta, tengo que hacer unas compras.

M: Bien, le pediré a Megan que lo haga más tarde.

L: Genial, ahora sí solo era eso me voy.-comenzaba a levantarse.

M: No te vayas Lauren, todavía necesito decirte algo.

L: Que sea rápido, no tengo todo el día.

M: Ya tienes un nuevo guardaespaldas.

L: ¿Qué?, te dije que no era necesario, no quiero otro pingüino fregándome la vida.

M: Lauren es por tu bien, sabes que no puedes salir sola y mucho menos después de lo que paso.

L: Pues no me interesa, no quiero a nadie metiéndose en mi vida.

M: Pues eso no lo decides tú, sabes que te amo y no hago esto para molestarte, simplemente quiero estar seguro de que puedes salir a la calle, sin ningún tipo de problema.

L: Pues yo no necesito a ningún guardaespaldas.-estaba enojada.

M: Ya está decidido Lauren, el lunes comienza su trabajo y solo espero que esta vez no hagas nada para que renuncie.

L: Eso lo veremos.-le dio una última mirada a su padre y se fue dando un portazo.

-Hola Lauren, yo bien gracias puedes pasar.-dijo una morena, apenas abrió la puerta de su apartamento.

L: Deja la ironía Verónica, quieres.-entro de golpe.

V: Vaya, que genio, que paso ahora ¿Tu tarjeta de crédito se quedo sin fondo?

L: Tu como siempre tan graciosa.-se sentó en uno de los muebles.

V: Si ya me conoces.-sonrió - No es que no me guste que vengas, ¿Pero qué haces aquí?

L: Pelee con mi papa.

V: ¿No te quiso dar más dinero?

L: Contigo no se puede hablar.-se levanto molesta.

V: Ya lo, no te enfades si, siéntate.-la sentó nuevamente y ella lo hizo a su lado - ¿Qué paso ahora?

L: Mi lindo padre me consiguió un nuevo guardaespaldas.-hizo una mueca de fastidio.

V: Ah era eso, sabes que es por tu bien.

L: Tú también.-la miro molesta.

V: Pero es que es la verdad Lauren, necesitas a alguien que este contigo todo el tiempo, después de lo que paso.

L: Yo no necesito a nadie que cuide de mí, estoy hostigada de la mierda de vida que tengo.

V: ¿Mierda de vida? ¿Hablas en serio Lauren?, Porque tú no tienes ninguna mierda de vida, tienes todo lo que quieres, no trabajas, tu padre te mantiene, te pasas de fiesta en fiesta, de tienda en tienda, no sé de qué te quejas, él lo único que quiere es tu seguridad, no quiere que te pase nada malo.- la ojiverde se quedo callada, no tenia como refutar lo dicho por su amiga.

L: Me voy.-comenzó a levantarse.

V: Lauren no te pongas histérica, si.-la abrazo - Y no le hagas la vida imposible a ese pobre hombre, solo va hacer su trabajo.

L: Si claro, me saludas a Lucy.

V: Lo haré, vete con cuidado.-la ojiverde asintió salió del departamento, rumbo al ascensor y se metió a él pensando.

'Ningún maldito guardaespaldas me va a venir a fregar la vida, no sabe lo que le espera.

- Buenas noches Srta. Lauren.-la saludo la chica de servicio, apenas entro a la mansión Jauregui

L: Hola Delilah.

De: ¿Va a comer algo?

L: No, prepárame el jacuzzi.

De: Si señorita.-se fue dejando sola a la ojiverde, esta saco su teléfono y comenzó a marcar un numero.

L: Julián, ¿crees qué puedes venir esta noche?.-hablaba de manera sugerente - Si en mi casa, ya sabes, para pasarla bien, ok te espero.

Se fue a su cuarto, tomo un baño perfumado, una hora después ya estaba lista esperando a su amante de varias noches.

De: Srta. Lauren, el joven Julián acababa de llegar.-escucho como la mujer le hablaba al otro lado de la puerta.

L: Dile que suba.- al minuto escucho que tocaban su puerta.

L: Entra, te estaba esperando.-le dijo de manera sensual con un Baby Doll rojo muy sugerente.

Ju: Lo sé preciosa.-termino de decir el muchacho y se abalanzo a la ojiverde, no falto mucho y ambos estaban en la cama desnudos, teniendo sexo duro, como les gustaba, al fin al cabo era solo sexo, no tenían ningún tipo de relación, minutos después cayeron rendidos y el chico fue el primero en dormirse, mientras la Lauren lo miraba.

'Tu vida es una mierda Lauren, tienes todo, eres hermosa, puedes tirarte a cuanto hombre se te ponga al frente, pero a la vez no tienes nada.

Se levanto de la cama, cubrió su cuerpo con la camisa de su amante, se acercó a su cómoda, se sentó en la silla y se miro al espejo.

L: ¿Qué paso contigo Lauren?-se pregunto y cogió una foto que tenia pegada en su espejo - Todo sería diferente si estuvieras aquí.-se le empezaban a salir unas lagrimas, mientras miraba la foto de una rubia muy bonita, de unos cuarenta años - Te extraño.- se abrazó a la foto.

-Vuelve a la cama.-escucho como su amante le pedía, se limpio las lagrimas, no permitiría que nadie la viera llorar, se quito la camisa y de nuevo se entrego al placer que le ofrecía el hombre, que estaba esta noche en su cama...

Yo Cuidare de Ti (Camren)Where stories live. Discover now