Damnatio memoriae | Aliki #1

vi. halloween

ᴀʟɪᴋɪ ; ʟɪʙʀᴏ ᴜɴᴏ
— D A M N A T I O   M E M O R I A E —

capítulo seis
halloween

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Lᴀ ᴠɪᴅᴀ ᴅᴇ Allie parecía no solo llenarse de recuerdos ajenos de una vida pasada, sino de sueños extraños donde su supuesto hermano Alex le hablaba frente a un río, donde le decía que lo había logrado, que algo más se acercaba, que la muerte de una «ella» se avecinaba y que debía detenerlo. Y Allie no sabía cómo sentirse al respecto, pues la última vez que había actuado para evitar una muerte, ella había muerto; sin embargo, la extraña valentía que había surgido desde su muerte le movía a buscar a la chica que podría estar en peligro.

          Entonces se enteró que Vicki Donovan, la hermana mayor de Matt, había sido transformada en vampiro por Damon.

          Por varios días pensó que la muerte de «ella» había ocurrido y no había podido evitarlo; no obstante, los sueños continuaban, y siempre que Allie quería mencionar el nombre de Vicki Donovan a Alex, éste hacía una mueca y el sueño continuaba. Además, con los recuerdos ajenos de la chica idéntica a ella, Alice, Allie sentía que sus extrañas pláticas en sueños con su hermano era el menor de sus problemas, indigno de ser expuesto a nadie más, incluso a Stefan.

          Si Zach y Allie antes no podían regresar por la seguridad de la chica debido a lo que Damon le había hecho, ahora era imposible que lo hicieran porque Vicki Donovan se ocultaba en la casa de huéspedes hasta que pudiera acostumbrarse a su nueva vida de vampiro; es decir, al control de sed de sangre. Vicki era una vampiro recién convertida con problemas de adicción que no sabían cuándo se iría y, como Zach no podía acercarse a ella para darle permiso de entrar a su casa –un permiso necesario para cualquier vampiro–, se había visto obligado a entregarle las escrituras de la casa a Stefan, dejando así vía libre a cualquier vampiro que Damon pudiera convertir en sus arrebatos de irresponsabilidad, mientras que Zach y Allie permanecerían ocultos bajo la fachada de una vida normal, viéndose obligados a vivir ahora en un pequeño apartamento.

          A pesar de que su cuerpo siguiera la rutina de un adolescente común (yendo a la escuela, almorzando con sus nuevos amigos, evitando a toda costa a Elena, quien había terminado su relación con Stefan después de enterarse de la verdad, y regresando al apartamento justo al terminar la jornada del día), la mente de Allie parecía seguir volviendo a esos recuerdos ajenos a su vida. El nombre de Alice seguía resonando en su cabeza, seguido de frases en un idioma que seguía sin reconocer, pero que entendía perfectamente. La confusión había sido tanta, que, una vez, aquellos recuerdos fueron tan vívidos que Allie había despertado en mitad de la noche, aterrada por la dolorosa muerte de Alice, la chica idéntica a ella. Las llamas habían quemado su piel en sus memorias, la habían chamuscado, y el dolor permaneció allí todo el día como un molesto fantasma.