Placeres.

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El se separó de mi rápidamente mientras seguía sosteniendo una de mis manos, me guiaba hasta la salida, al abrir aquella puerta una lluvia escandalosa cayó sobre mi, en el jardín de la clínica habían aparcado 5 helicópteros entre ellos el mio.

Al verlo ahí una gran sonrisa se poso en mis labios, caminé más rápido intentando llegar hasta el, pero de un momento a otro me detuve en seco bajo aquella lluvia, mi acompañante giró su cuerpo hacia mi mientras estiraba mi mano sin fuerza alguna y me gritaba cosas inaudibles por los ruidos que me rodeaban. 

-"Falta Dominic"- Grité acercándome a el, el quitó su capucha rápidamente dejando ver su bello rostro, apuntó con uno de sus dedos a la izquierda y yo giré mi mirada hacia aquel punto. 

Dom estaba abrazando fuertemente a un sujeto que intentaba arrastrarlo hasta el helicóptero. 

Sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y me estiraban hasta aquel helicóptero mientras dejaba cortos besos en mi rostro. 

Giré mi cara y lo miré con una sonrisa, el no dejaba de besarme bajo aquella lluvia tan violenta. 

Nos subimos con dificultad al helicóptero y un objeto me obligó a separarme de el.

Miré aquello con curiosidad mientras Rámen me tenía de la cintura sin dejar de besar mi rostro que ya no lo miraba. 

Era una ametralladora con muchísimos cargadores acoplada a mi helicóptero, mis ojos brillaron y quise soltar un grito de felicidad. 

-"¿Te gusta? Es mi solplesa"- 

Me separé con dificultad de el y me acerqué a aquella arma sin decir una palabra, solo la miraba atentamente, el helicóptero comenzó a tomar altura y me posicione con mis piernas rodeando aquella maquina solo tocándola suavemente con la yema de mis dedos. 

-"Quiero ir a comisaría"- Murmuré dirigiendo mi vista a Rámen que me miraba con alegría en sus ojos. 

-"Pelfecto"- Se levantó con dificultada dejando un corto beso en mi frente y se sentó de copiloto, el sujeto que pilotaba mi helicóptero no había dicho absolutamente nada, pero por su gorro podía identificar que era Nadando. 

-"Ya oíste Nadando, comisalía"- 

Solo me quedé en silencio mientras admiraba la lluvia y los pueblos por los que pasábamos, Rámen me preguntaba muchísimas cosas y yo solo podía contestar con monosílabos. 

Estábamos llegando a la ciudad, la luz de los edificio nos iluminaba, giré mi rostro y vi todos los helicópteros detrás de nosotros, me puse lentamente de piel mientras colocaba mi manos en el gatillo de aquella bestia, mis ojos brillaban, estaba muy emocionado. 

-"Es ahí, nene"- Dijo Rámen con una voz sumamente tranquila apuntando hacia abajo. 

Baje un poco la ametralladora con uno de mis pies mientras que con mis manos intentaba buscar un punto fijo. 

La neblina se despejo por un segundo y sin dudarlo comencé a disparar, moviendo mis manos, recorriendo todo el edificio y sus calles colindantes, los disparos sonaban incansablemente en mis oídos y mi cuerpo daba saltos por la presión que ejercía aquella arma, escuché rafagazos salir de todos los helicópteros que se encontraban rodeándonos. 

Mi cara dolía de tanto sonreír y sentía que mi corazón podía pararse en cualquier momento, jamás había sentido placer igual a ese, era increíble y me sentía completamente lleno. 

-"Debemos irnos"- Nandando habló intentando que deje de disparar, pero solo lo ignoré. 

Seguía recorriendo aquel edificio, quería verlo en ruinas. 

The Union.Where stories live. Discover now