Capítulo 19

1.2K 141 23
                                    

Punto de vista de Anna.

En la soledad de mi habitación, sentada sobre la cama, lo comencé a recordar todo.

Andrews estaba ahí, en mi coche, estuvo esperando que me montara para secuestrarme y abusar de mí, pero por qué lo haría. Bueno, era una respuesta bastante fácil, es un enfermo.

De la nada otro recuerdo vino a mí, más borroso aún.

—Eso no siempre va a ser así. —me decía una persona sin rostro con una camiseta de mangas cortas negra.

—¿Me estás pidiendo que te espere? —pregunté con ojitos brillantes.

—Yo solo sé que en siete meses voy a seguir tan enamorado de ti como hasta ahora. —se acercó a mí—Ese día voy a estar contigo sin miedo a nada.

—¿y mientras tanto qué? —me mira.

—Contaré cada segundo que quede. — le sonrío y él me devuelve esa sonrisa. —Hasta que pueda besarte sin necesidad de miedo a que sepan. — deja un pico en mis labios. —Te quiero.

La voz me sonaba demasiado pero por más que exprimía mi memoria para poder recordar algo más, era insuficiente.

Estuve enamorada, antes del accidente estuve enamorada, pero de quién. Y sobre todo por qué después del accidente no me buscó si tan enamorado de mí parecía por su voz.

Violada, secuestrada, madre de un hijo y con un novio perdido. ¿Sería él el papá de esa criatura? Mi pasado no era para tirar cohetes, casi prefiero el presente, que tampoco es para tirar cohetes pero por lo menos en él está...iba a decir Erick, pero no es lo que quería, la respuesta real es Jean.

Sí, estoy tan enamorada de él que no me he dado siquiera cuenta de todo el daño que estoy causándole a Erick. Ya era hora de admitirlo.

El sentir cosas por él no me traía nada bueno y mucho menos ahora que habíamos descubierto que Gia, su novia, la madre de su hija o mejor, la mujer que ama, está viva. De algún modo la envidio, esté donde esté seguro que ella aún lo ama y cuando regrese podrán estar juntos y ser felices junto a su pequeña. Yo mientras tanto, lucharé por ser lo más feliz que pueda con Erick en nuestro matrimonio que se producirá en cuanto esa chica vuelva a casa.

Suspiré y decidí salir de mi habitación, llevaba como una hora aquí metida sin tener contacto con nadie y quería salir a ver si Erick y Cris habían vuelto. Llevaban tres días sin aparecer, desde que supimos que la hermana de Christopher vivía.

Por el pasillo en la puerta de su habitación me encontré a la persona que llevaba alterando mis latidos desde que le conocí, la persona por la que yo daría mi vida por estar con ella. Jean.

—Anna. —habló con un tono suave y sin quitar sus ojos de mí. —¿podemos hablar?

—No creo que tengamos nada de que hablar. —le esquivé apartando la mirada, su mano atrapó mi muñeca haciéndome girar a mirarle.

—Creo que sí. —dijo cuando abrió la puerta de madera color negro dejando ver el interior de la habitación. —entra, por favor.

—Jean...

—shh. —colocó su dedo índice sobre mis labios haciéndome callar. —por favor, sin réplica.

Accedí admitiendo la derrota. No sabía qué demonios quería este chico conmigo, me confunde. Primero me besa cuando le apetece, después se arrepiente, luego se acuesta conmigo y después no existo para él. Su bipolaridad me descoloca, bueno, todo él me descoloca. Tal vez si no fuera un auténtico dios griego me resultaría más fácil ignorarle, pero es que a parte de todo lo que me removía por el interior. Físicamente estaba tremendo.

Remember me - JeanCarlo León. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora