-3- Judas Traidor

13 3 0
                                    

Pero que estupida había sido.

Porque había estado ante mis ojos todo este tiempo ¿Cierto? Era mi culpa, porque me había hecho la ciega ante lo obvio.

Ahora sí que lo veía realmente. Estaba viendo al verdadero Él, a su ser sin máscara, sin fachada, sin falsedad, sin hipocresía.

Porque por primera vez desde que nos habíamos conocido no estaba fingiendo.

Por primera vez me estaba dejando ver lo que realmente era.

Un traidor.

Su sonrisa se ensanchó, divertida y maliciosa; su mirada se oscureció, su cabello se sacudió.

Y sin poder evitarlo mi corazón se quebró. Escuché el quiebre en mi interior. Leve pero impactante.

¿Cómo no lo vi antes?

Le dediqué mi mirada mas dura y sin emociones que en ese momento podía proyectar.

Por fuera me veía decidida y valiente, como si por dentro no me estuviera rompiendo.

Oh pero por dentro...por dentro estaba inundada en lágrimas, inundada en sangre de una herida en un corazón desgarrado por esta traición.

Mi mirada recorrió cada detalle de su rostro. Y recordé. Las tantas veces que lo había besado, que había acariciado sus hebras rebeldes para acunar su rostro entre mis manos, que había reído entre sus brazos, que había llorado en su hombro, que había sonreído por sus tonterías y ocurrencias, que había bromeado por cosas tontas, que esos ojos grises me habían parecido tan hermosos y únicos. Las tantas emociones que sentía cuando él estaba cerca.

Lo enamorada que estaba de él.

Porque había caído por él. Claro que si.

Yo, que desconfiaba hasta de mi misma, me había enamorado con profundidad sin saber las consecuencias que eso traería. Y junto a ese amor venía ligada mi lealtad.

Porque no confié en nadie, no le conté a nadie, no me fié de nadie.

Pero a él...a él le conté todo, le enseñé todo, le vendí mi alma al diablo sin siquiera saberlo.

Le di mi ser en bandeja de plata sin recibir nada a cambio. Solo mentiras.

- ¿Sorprendida linda? - Dijo él casi riendo mientras se acercaba a paso lento.

- Diría que no, pero sería una mentira - Dije con voz firme, tratando de que el temblor en mi voz no se notara - La traición es una de las cosas más bajas que una persona puede hacer ¿sabías?

- Si - Su rostro mostró una tristeza fingida. era tan obvio ahora, cada gesto ya me parecía tan falso, tan revelador - Pero era necesario cariño.

Quedamos frente a frente. Demasiado cerca. Con sus botas rozando la punta de mis zapatillas.

Había llegado el momento. El ya había tomado su bando y yo el mío.

Sin esperarlo, su mano sostuvo mi mejilla y en un movimiento rápido estampó sus labios contra los míos. Firmes y suaves a la vez.

Un beso corto. Pero que bastó para terminar de romperme. Para terminar de desencadenar todas mis emociones.

Y por ello lo odiaba. Lo odiaba porque me era imposible no amarlo. Y también me odiaba a mí misma.

Pero ese odio lo usaría para destruirlo y hacerle pagar por mi sufrimiento.

- Beso de buena suerte - Susurró antes de dar inicio a la guerra.

A nuestra guerra.

Porque él era Judas. Un Judas hermoso, encantador, atractivo.

Y sosteniendo mi arma en lo alto, lo supe.

Porque Judas me quiso como a todas, pero yo lo quise como a nadie.

Porque Judas me enseñó que no todo el que besa, ama.

Y este Judas traidor había terminado de destruir la poca humanidad que vivía en mi interior.

——

Traicion...uhhhh tema delicado no?

¿A ustedes alguna vez los han traicionado?

A mi sí. Una amistad que tuve hace tiempo. Y déjenme decirles que la traición es una de las peores cosas que alguien puede hacer.

En fin...Mi inspiración: Pues esta idea provino de otras de mis tantas ideas de libros que he tenido pero que a la final se quedan en ideas y no llegan a nada 😂

Bueno me despido tengo sueño. He notado que la mayoría de ideas se me ocurre como a la 1am que conveniente 🙃

Bye los quiero.

FragmentosWhere stories live. Discover now