Capítulo I

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Los meses pasaron tras haber terminado la cuarta guerra ninja, había mucho por hacer, la aldea debía levantarse tanto en infraestructura y economía, ni hablar del poder militar, habían caído muchos shinobis, y por mencionar los tratados de paz con otras naciones, entre otras muchas cosas...

—Señor hokage, está usted listo — la sonrisa de su ex-alumna iluminó la habitación.

—Gracias por ayudarme con esto, Sakura — insinuó sobre su atuendo.

—¡Se ve increíble! ¡De veras! — elevó su pulgar y sonrío ampliamente.

—Algún día será tu turno, Naruto.

—Debería apresurarse, sexto — dijo con un poco de ironía desde un extremo de la oficina el azabache.

—Oh ¿estás aquí, Sasuke? — dijo en burla.

—Voy a lanzarte por la cumbre si sigues con ese sentido del humor — sonrío ligero y cerró los ojos.

—Yo te ayudo — le siguió el rubio —yo debería estar usando esa capa hoy no Kakashi-sensei ¡de veras!

El peliplata rió divertido y relajado —están sacando a relucir sus verdaderos sentimientos, chicos.

—¡Hey! Basta ustedes dos — posó sus manos en la cintura y bufó. —Es un día especial para el sensei —sonrió traviesa —y si mejor en vez de lanzarlo lo obligamos a que nos enseñe su rostro.

Los ojos de sus tres ex-alumnos destellaron mientras se posaban sobre él demasiado acosadores.

El sudor corrió en gota gorda por su sien —ya, ya, se me hace tarde — elevó ambas palmas en rendición mientras se alejaba hacia la salida de la que a partir de ahora sería su oficina.

—Otra vez está huyendo — agregó el rubio.

Rieron cuando lo vieron salir despavorido.

(...)

Caminó por lo alto, en el último piso de la cumbre kage donde los anteriores líderes se presentaron ante su gente, su aldea, su familia.

El viento agitó su capa blanca con llamas rojas figuradas en lo bajo, en el centro se podían leer los kanjis “sexto hokage”.

Con mirada perezosa y una sonrisa oculta, elevó su brazo derecho saludando a los aldeanos que celebraban su nombramiento.

La multitud resonó eufórica, un héroe de guerra era el actual líder, un ninja temido y respetado en el mundo shinobi, él era Hatake Kakashi.

(...)

Los tarros de bebidas chocaban haciendo resonar el cristal, el antiguo equipo siete decidió festejar de manera privada el puesto de su sensei.

—¡Salud! — el siempre escándaloso Naruto tomaba la iniciativa.

La barbacoa era deliciosa y la compañía nostálgica, ver a sus tres chicos conviviendo después de tanto tiempo le apachurró el pecho. Un suspiro escapó desintencionado.

—¿Qué pasa, sexto? — quiso saber la peli-rosa.

—No es necesario que me llames así, “Kakashi-sensei” es más cómodo para mí — aún no asimilaba su puesto.

—Está bien, ¿por qué ese suspiro, Kakashi-sensei? — lo veía agotado.

—Debe estar enamorado — inoportuno como siempre.

—¿Pero qué dices, Naruto? Jamás hemos sabido de que Kakashi-sensei tenga ese tipo de relación.

—Es de esperarse que no tenga a nadie, sí nunca muestra su rostro — bebió de su copa, viéndose indiferente.

En otra vida Where stories live. Discover now