malentendidos

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Lo que me dijo era totalmente cierto, si yo no daba todo de mi era obvio que nada cambiaria, tenía que convertirme en una mujer que esté a su altura y con la frente en alto enfrentar al mundo.

Decidí que mañana iría a ver a madre para decirle todo claramente y mi negación en dejar a su hijo.

Esta noche me acosté completamente sola, además no podía culparlo por ello. Él me dijo que jamás me abandonaría e incluso dejo en claro sus intenciones de protegerme ante todo y a pesar de eso le di la espalda con mis egoístas razones.

la habitación se sentía tan vacía y solitaria que me dormí inmediatamente.

Cuando me desperté unos sirvientes tocaron la puerta pidiendo entrar para poder realizar su trabajo.
Cada mañana ellas me ayudaban a bañarme y cambiarme con un kimono  a la vez que peinavan mi cabello adornandolo diligentemente.

Les dejé entrar y empezaron con sus tareas. Mientras me arreglaban pedí a una de la sirvientas que informará a madre que la visitaría ese día.

Estaba un poco nerviosa pero estaba vez no me dejaría intimidar.

Una vez acabado todo pedí que me dirigieran al lugar donde se estaba quedando ella.
Cuando llegué nos recibió un yōkai en forma de cuervo vestido elegantemente

-Usted es la señorita kagome?

-si

-Muy bien, entonces acompañarme, Irasue Sama la espera en el jardín

Mientras avanzaba me di cuenta que mi corazón empezó a latir mas fuerte, quería estar lo más tranquila posible pero mi cuerpo no ayudaba.

- Es aquí, ella se encuentra más adelante, por favor siga

-umm...si gracias

Di unos cuantos pasos más y al girar mi cabeza a un costado la ví, parecía estar distraída con algunas de las flores.

- mm...buenos días, gracias por aceptar que la visitará

Sin voltear a mirarme respondió

- como podría rechazar tu invitación, después de todo pronto seremos familia

La anterior vez me dijo que me fuera pero ahora dice que seremos familia?
Porque sus palabras son diferentes de ayer?
Ordené mis ideas sin entender aún lo que acababa de decir y empecé a hablar

- Irasue Sama yo entiendo que usted me odie, pero yo nunca dejaré a su hijo, aunque eso signifique ir en su contra.

Respire profundamente después de dejar en claro mi posicion.
Después ocurrió algo que jamás creí que saliera de su boca

-  Yo nunca dije que te odiaba

- pe..pero...usted

- Talvez fue mi culpa no dejarme entender, veraz... solo quiero que ninguno de los dos salga lastimado.
Siendo mi hijo un yōkai vivirá muchos años más pero tú solo serás como una brisa en primavera.

- que trata de decir...

- cuando llegue el día en que tú dejes está vida, mi querido hijo sufrirá por muchos años, como su madre no quisiera verlo en ese estado, por eso preferíria que ustedes se separen. Tu también quisieras estar con él por siempre verdad.

- Yo...si..

- se que mi testarudo hijo jamás te dejaría ir, por eso quiero que hagas el ritual de flor de loto. talvez sea peligroso pero es la única forma en que ustedes puedan vivir.

Entendí de que hablaba, ella quería que yo de algún modo me convirtiera en un yōkai. Ya había escuchado sobre este ritual pero la historia siempre terminaba igual, las personas nunca sobrevivían y morían al instante.

- eso..yo..escuche que la gente que lo intenta... siempre...

- veo que ya sabes a qué me refiero, es cierto que todos los que lo hicieron fallaron pero esa gente además de solo buscar poder no tenían ni un poco de energía espiritual.

- energía espiritual..?

- correcto, pero tú eres diferente al tener una energía pura, además no estarás sola durante el proceso, yo te prepararé adecuadamente.

Todas esa información daba vueltas en mi cabeza, todo esto era nuevo para mi, aunque quería intentarlo... que pasaría si fallaba, que pasaría si terminaba muriendo.

Te deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora