Enemigos | Todobaku

"uno" pasado

Los dragones son algunos de los animales más codiciados en el mercado negro, no como mascotas o armas, sino que absolutamente todas las partes de un dragón, podían ser usadas para hacer artefactos y pociones de excelente calidad, es por lo cuál eran tan sumamente caras. Los únicos que podían estar al rededor de aquellas bestias, eran una tribu de no más de 200 personas, los cuáles habían dominado los secretos de aquella ancestral raza.

La tribu Chokyoshi podía domar a aquellas bestias y utilizarlas para el combate, era aquella la razón por la cuál ellos no habían sido atacados al rededor de los años.

La tribu enseñaba los secretos sobre cómo domar a los dragones a partir del cumpleaños 18 de sus miembros, y este día le tocaba a Katsuki Bakugou, el próximo heredero y mejor luchador de todo Chokyoshi. Había esperado 2 meses después de su cumpleaños, impaciente por poder aventurarse, quería luchar contra oponentes fuertes, fueran dragones, ogros o cualquiera que se interpusiera en el camino, la razón de la espera era simple, los dragones se dispersaban cerca de invierno, entrar a un nido de dragones en otra época era un suicidio seguro, incluso para el rubio.

"¿Tienes todo lo necesario?" preguntó Masaru Bakugou mientras le daba una sonrisa a su único hijo.

"Sí viejo, llevo meses esperando para esto" respondió el cenizo con su típica voz, casi sonando grosero.

"No le hables así a tu padre, mocoso" Katsuki se quedó esperando un golpe por parte de su madre, pero en cambio solo recibió un suave toque en la cabeza, siendo despeinado por Mitsuki "más te vale que llegues aquí antes de los 7 días, yo no crié débiles, muéstrales a todos quién manda" la mujer sonrió empujando el hombro de su hijo y cruzando sus brazos, orgullosa de éste, sabía que lo haría.

"Como si pensara hacerlo de otra manera, bruja" esta vez su cabeza es golpeada con fuerza, pero antes de que su madre soltara un segundo puño, salió lanzado usando una de las explosiones de sus manos, sin darle tiempo a sus padres de reaccionar.

"Maldito mocoso, más vale que te cuides" fue lo último que pronunció Mitsuki, recibiendo una sonrisa tranquilizadora por parte de su esposo.

Día 0, 7 a.m.

[...]

1 día, 3.pm.

El viaje de Katsuki sería largo, por lo que no desperdició sus explosiones en los primeros momentos, y decidió caminar hasta el "bosque oscuro" hogar de los dragones y otras creaturas mágicas, que solo los adultos de la tribu poseedores de dragones, podían visitar debido al nivel de peligro del lugar, al inicio creyó que era su imaginación, pero posteriormente se dió cuenta, los árboles estaban creciendo, cada vez eran más y más grandes, al punto en que ya ni siquiera se veía la luz del sol, exceptuando por unos débiles rayos que apenas se colaban, y él se sentía casi del tamaño de un hongo, era casi anti-natural aquel cambio con solo un día de viaje, según el sabio de la tribu le había dicho, esto se debía a la gran cantidad de magia, y a un árbol aún más grande que se encontraba en la mitad del lugar, proporcionando los nutrientes a lo demás.

2 día, 8 p.m.

La fauna del bosque casi parecía querer comerlo, y a este punto Bakugou se arrepentía de su decisión de no haber dormido la noche anterior, era prácticamente como si su energía estuviera siendo absorbida por el suelo del lugar.

"Hay cierto terreno en el bosque oscuro, que puede absorber tu maná, y una vez termina con éste, continúa con tu energía vital, por lo cuál cuando comiences a sentirte drenado, no intentes huir usando tu magia, debes caminar con calma, mientras más luches contra el lugar, más te drenará, y lo más importante, no te metas en ninguna pelea con las criaturas, o será un ciclo sin fin donde solo te esperará la muerte"