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Llamada telefónica

No supe en qué momento me quedé dormida, pero eran las diez de la noche cuando mi teléfono vibrando incesante sobre mi pecho me despertó.

Sonreí al ver la pantalla de mi celular.

Llega un punto en el cual te cansas de fingir y el closet que antes parecía cómodo comienza a sentirse cada vez más y más estrecho hasta volverse sofocante.

Para mí ese punto tenía nombre y apellido.


Lesbiana De Closet Decide Salir || Historia Corta LGBTWhere stories live. Discover now