Capitulo XIV

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"Se necesita tristeza para conocer la felicidad, ruido para apreciar el
silencio y ausencia para valorar la presencia"

Dos horas antes de lo sucedido.....

Uenoyama se encontraba en el departamento de yamato, preparando el desayuno junto a el mientras veían la televisión, el pronóstico del tiempo anunciando una próxima tormenta.

- era de esperarse... no han parado las lluvias desde hace dos días - comentó aquel rubio, exprimiendo algunas naranjas

- si... - contestó soltando un suspiro, se encontraba agotado, desde lo sucedido con mafuyu, desde ese día no ha podido dormir adecuadamente, pesadillas lo atormentaba todas las noches que no lo dejaban en paz

- sucedió algo con aquel chico... ¿verdad? - pregunto dejándo los platos y cubiertos en la mesa

- ¡¿que?!... claro que no... y-yo solo.. - tartamudeo, trompezandose con sus propias palabras, dejando los panqueques sobre los platos y con una cara de espanto al saber que era verdad lo que decía

- a mi no me engañas - rio un poco - tu cara lo dice todo - señalandolo - sabes que puedes confiar en mi - tomándolo del hombro

- si... lo sé - alborotado un poco los cabellos del menor, sabía que podía confiar en el... pero no quería preocuparlo, su estado de salud, empeoró más esos últimos días y su hermana megumi se fue a un viaje de negocios, dejándolo a su encargo, debía protegerlo, después pensaría en mafuyu

- si lo haces... porque no me quieres contar - demandó

- no es nada importante... olvidalo - dijo sentándose en la silla, para poder empezar a desayunar

Yamato solo se limitó a mirarlo con enfado y cruzando sus brazos esperando que el dijera algo

- ¿no te sentaras? - pregunto al ver que el no tomaba asiento

- no...

- ¿no desayunaras conmigo?

- no... hasta que me cuentes, que es lo que sucede - haciendo un pequeño puchero

- por favor... Yamato... olvida eso - dando un sorbo a su jugo de naranja

- no puedo estar tranquilo, cuando se que algo no está bien contigo - sentándose en la silla, observando a uenoyama, esperando una respuesta - y bueno... dime que sucede

- no me dejaras en paz, hasta que te lo cuente... ¿verdad? - pregunto soltando un suspiro

- no, no te dejaré en paz... quiero la verdad

- esta bien... - dejando a un lado su plato - recuerdas al chico que te dije que me gusta, cierto - yamato asintió - bueno... pues tenía una relación con el hace poco tiempo, pero terminamos por tonterías

- espera.. ¿estabas saliendo con el? - pregunto un poco asustado

- si

- oh por dios - dijo tomando algunos mechones de su cabello con fuerza - ¿porque nunca me lo dijistes?

- nunca pensé que fuera de mucha importancia

- como no serlo - contestó molesto - ¿como pudistes hacer eso?... ¡¿considerastes mis sentimientos?!... ¡¿los sentimientos de él?! - mencionó observando a uenoyama con una mirada de enojo

- este.. yo... - dijo quedándose sin palabras, un bloqueo se hizo presente en su mente

- ¡¡No lo hicistes!!... ¡Solo pensastes en ti mismo!

- por eso no quería decírtelo - dijo en un susurro

- este no es el uenoyama del que yo me enamore...

- ¡¡Basta ya!! - dando un golpe en la mesa - ya estoy harto de todo esto.. de ser al que siempre lastiman, al que siempre abandonan, al ser el segundo platillo de la mesa... ¡No quiero serlo mas! - dirigiendo una mirada a yamato de tristeza

- tienes razón yo te lastime, te abandone, pero esa no es una excusa para hacerlo con los demás, desquitarse con otros, caístes muy bajo para hacer eso - menciono yamato, con un dolor en su pecho que se hizo presente - me arrepiento mucho de haberte hecho eso... no se como podría remediarlo y yo se que mis disculpas no son suficientes... lo sé y no se como es la situación con el otro chico.. pero me imagino que es un buen tipo, quien cautivo tu corazón, arregla las cosas con el no es demasiado tarde - llevándose su mano a su pecho, sintiendo un dolor más agudo - por favor uenoyama... no cambies por otras personas mucho menos porque te hicieron daño, por favor vuelve

Lágrimas salieron de sus ojos del rubio, no pudo ocultar más su tristeza, saliendo de la cocina y dirigiéndose al baño donde se encerró asegurando la puerta con seguro

Uenoyama soltó un gran suspiro, posando su rostro en la fría mesa reflexionando las palabras que dijo yamato, la veracidad en cada una de ellas, había hecho daño a todas las personas que lo rodeaban, no se detuvo en pensar en los sentimientos de los demás, sólo era el, siempre el, la víctima en toda esta situación

-"que estúpido soy" - se dijo a sí mismo con una pequeña risa - "ahora... ¿que haré? - se planteo aquella pregunta sabiendo que la respuesta era fácil, pero aún así tenía miedo de esta

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar un fuerte golpe que provenía del baño, se levantó rápidamente de la silla yendo hacia allá, tocando desesperadamente la puerta

-¡¡Yamato, estas bien!!.. ¡¡YAMATO!! - al no recibir respuesta, optó por derribar la puerta, tres patadas fueron suficientes para que esta fuera abierta, pero la imagen que sus ojos apreciaban lo asustaron, el rubio se encontraba tendido en el suelo, con un gran charco de sangre proveniente de su cabeza, por algunos segundos quedó paralizado, hasta que cayó en cuenta que la vida de yamato corría peligro, lo tomo rápidamente en sus brazos y se dirigió hacia la salida del departamento, algunos vecinos se dieron cuenta de la situación, al escuchar el alboroto que hizo uenoyama al momento de derribar la puerta

- ¡¡Por favor ayúdenme!! - imploro uenoyama con lágrimas en sus ojos, la gente estaba expectante ante la situación, hasta que un señor de edad avanzada se acercó a ellos

- vamos chico, te llevó en mi auto - dijo aquel hombre, recibiendo un si por parte de uenoyama

Subieron al auto y se dirigieron lo más rápido al hospital

En ese mismo instante que el auto se había ido, Yayoi llegó observando a la gente murmurando a su alrededor, sin tomar mucha importancia, pudo observar rastros de sangre en el pasillo, alterando la un poco hasta que vio que toda esa sangre provenía del departamento de yamato, se dirigió rápidamente hacia allá, horrorizada al ver la cantidad de sangre que había en el baño, salió de ahí y se dirigió afuera, donde una anciana noto su desespero de yayoi, intentando calmarla

- tranquila jovencita, solo respire - dijo aquella anciana

- ¡¡Por favor dígame, ¿que fue lo que pasó?!!... por favor se lo suplico - la anciana solo asintió con la cabeza

-no se mucho, pero por lo que pude ver un joven de cabellera negra... - no pudo terminar su explicación ya que yayoi al escuchar esto último, dedujo que se trataba de su hermano

-¡¡espere jovencita, aún no termino de!! - se dio por vencida al ver que la chica se fue corriendo sin tomarle importancia

Yayoi corrió unas cuadras, la lluvia no le importaba solo quería saber que su hermano estuviera bien, hasta que vio un taxi haciéndole una seña para que parase, subió lo más rápido que pudo

- al hospital más cercano, por favor, lo más rápido que pueda - dijo yayoi con falta de respiración

- ala orden jovencita - dijo el chófer acelerando la velocidad

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Hasta aquí el capítulo de hoy ❤️❤️
Ya se que me desaparecí un mes... creo, pero estoy de regreso, ufff, las cosas se complicaron para mi, pero ya todo esta en orden 👌👌
Les agradezco mucho su apoyo y que les siga gustando esta historia 😍😍 😍
Nos vemos en el siguiente capítulo
Cuídense mucho. 😷😷

Mi última canción 🎶 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora