Desde mi punto de vista, una señal de que estamos creciendo es no querer crecer. Cuando somos niños queremos ser adultos, pero al ir acercándonos más a la edad adulta, muchos solo queremos volver a ser niños ajenos a la cruel realidad y sin preocupaciones, creyendo que los sueños se hacen realidad y que los amigos son eternos; jugar a ser reyes y reinas, reír por cualquier cosa y maravillarnos ante los detalles más simples pero también especiales.
Crecer no es tan genial como pensaba, pero algo bueno debe tener (espero).
Ahora entiendo a Peter Pan y su empeño por seguir siendo un niño.
No quiero crecer.
¿Por qué me obligan a hacerlo?