Chapter 1

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Su pecado; no lo conocía mas sin embargo estaba pagando condena perpetua en tinieblas.Todo su ser era amargura, quisiera morir pero no tiene permiso para eso siquiera.Era un mar de olvido. Él estaba en un mar de olvido, no tenia colores en su vida y solo las estrellas y la luna era testigos y cobijo a su cuerpo.

Los años habían pasado se olvido de su nombre, si es que alguna vez lo supo, tendido en su cama con su cuerpo frío la tristeza lo iba a matar si no lo hacia él hambre.Merecía al menos una tumba digna, todos los días lloraba y deseaba ayuda.Deseaba que alguien lo salvara.Ya no podía mas.

Las estrellas lo miran, la luna lo abraza.

¿Que era la vida? ¿Que era reír? ¿que era vivir?

Sus días grises no cambiaban de monotonía, todo era lo mismo desde que despertó en esa casa con gente extraña cargándolo al principio él pensaba que todo estaba bien, hasta que cumplió los tres años y cosas raras pasaron junto a él.Todo cambio.

¿Cuando podrá ver él sol? Éllos le contaban como era estar afuera solo para hacerlo sentir mal, ansioso, deseoso de escapar para así poder recibir mas golpes.Necesitaba un ángel que fuera por él.

Tenia contando según ellos siete años encerrado en una habitación oscura, pútrida,  las paredes húmedas sucias llena de telarañas, no tenia ventanas excepto la puerta por donde ellos entraban, apostaba nadie sabia su existencia, no sabia leer, ni hablar muy bien pero se defendía aunque su voz era ronca y tosca.

Él miedo lo dominaba como tempestad nocturna, bajo él cielo frío y gotas duras con su oido alerta.No sabia que pecado pagaba

Todas las noches rogaba ser salvado, las noches eran un cobijo. Por que en las noches nadie llegaba a su cuarto.Podía descansar e imaginar sin temer ser reprendido.Apenas si tenia un colchón sucio lleno de fluidos propios por no poder usar un baño, la habitación hedionda como si hubiese un cadáver dentro, sus rasguños adornaban la madera de la puerta y paredes en él tiempo que podía luchar por que tenia fuerzas. Pero ahora era demasiado débil como para intentarlo.

Era un pequeño triste, viviendo tiempo extra, la soledad era su compañera, así como los ratones que comía por falta de comida en su sistema, llego a sentir lastima por ellas, pero nadie sentía lastima por él.La falta de potasio asi como vitaminas y minerales en su cuerpo era preocupante no sabia por que no moría, ¿Por que ellos no lo mataban?

Apenas a sus ochos años él niño encerrado lejos de la vida humana como despojo humano, como una basura sin reciclaje, un estorbo de la creación y de la naturaleza misma.A esa edad supo lo que significa una violación luego de que él se lo explicara luego de someterlo.¿Por que nadie venia por él? ¿Nadie lo amaba? Deseaba que la luna le mandara un guardián, un ángel. Incluso la muerte podía desear.

Paso un tiempo de esa manera, las noches estrelladas se le estaban yendo como una ilusión. Un furor en su pecho desconocido se despertaba gritando de nuevo pidiendo ayuda, arañando puertas, su garganta ya no podía mas, quería quemar él veneno de su alma, quería ser libre, sanar.

Quería libertad

Sacar los gusanos que le comen él alma, los demonios tras su espalda, y solo las noches le daban calma.

Él volvía los días mas crueles y sofocantes, no entendía por que lo sometía en él estado que estaba, siempre era él fenómeno, su cura era su encierro, su cura era estar ahí, su cura seria sacar lo que en sus venas corría.Pero nadie podía quitárselo y él tampoco sabia que era.

Tiempo después se sentía morir, no estaba peor que antes, pero las ratas se escaciaron y necesitaba comer.

–Come– levanto la cabeza para verlo ahí dejándole un plato con comida sin agua

Ąt NîgthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora