El secreto De Tsuyu Asui ®

11• Ambivalencia.

Sus ojos se abrieron, aún con los párpados pesados se encontró con un techo de cristal a solo centímetros de su cara y todo su cuerpo tumbado en un espacio de metal perfectamente liso.

«¿Dónde estoy?» pensó adormecida.

Sus pupilas ovaladas miraron más allá del cristal transparente la puerta de la habitación donde a excepción de una mesa blanca con un banquillo móvil, una silla al lado, el ventilador en el techo y un fuerte olor a alcohol que amenazaba con remplazar el oxígeno.

— "Paciente despierto, abriendo cápsula"

La cápsula retiro el cristal automáticamente, dejándola respirar aire fresco aunque había dormido tanto que sus ojos adormilados tenían los párpados pesados y reduciendo el aspecto normalmente grande que tenían.

La cerradura se abrió y puso pie adentro una señora de cabello gris, lentes y con una compostura cansada.

—que bueno que haya despertado. Soy la doctora Nishimiya y voy a ponerte al tanto de tú situación. — se quitó los lentes de la cara y prosiguió — perdiste la conciencia por perdida de sangre, no tienes las secuelas de las quemaduras gracias a está cámara Tsuyu Asui.

—kero' — asintió a cada palabra.

Fue ayudada por ella para levantar su cuerpo postrado y se agarró de su brazo para poder caminar hasta la silla con sus tobillos vendados, cada paso hasta esa silla empieza a ser un reto y tomaba tiempo. Se sienta finalmente en lo que la doctora arrastraba el banquillo que estaba debajo del escritorio de al lado para tomar asiento también.

— Su maestro aseguro venir a verla en 30 minutos.
— Mientras mira la hoja alza la mirada a ella. Suspira. — en mis 20 años de carrera nunca estuve tan ocupada como la noche de hace dos días, heridos iban y venían por los pasillos ¡Fue horrible! Si establecimos la salud de uno significaba que habían 5 mas en estado grave. Se trata de niños y tengo hijos...

Las palabras quedaron en el viento cuando noto lo muy serena y neutral que estaba Tsuyu apenas despertó, sin siquiera preguntar que había pasado los 2 días en los que perdió la consciencia.

— Ahora, por favor extiende el brazo. — solicitó.

Sacó de su bolsillo una jeringa no muy ancha y amarró con un guante la parte más arriba del codo. Con la aguja de la jeringa penetrando su piel y succionando su sangre hasta la mitad del envase ella sostenía la misma expresión vacía en sus ojos.
Retiro tanto la jeringa como el guante. Vertió la sangre en uno de los envases pequeños que estaban en el cajón del escritorio y tomó de vuelta la tabla de escribir.

— el resultado de la prueba será recibida por tus superiores en al menos una hora en caso de que necesites sangre. De todos modos aquí se informa que su chequeo médico de rutina iba a ser en unos días, así es como pienso matar dos pájaros de un tiro. — Mencionó con una voz mucho más aliviada.

— Kero'...— Llamó Tsuyu su atención. De pronto la mano levantada que tenía empezó a decaer hasta su pierna. — No es nada.

— ¡Bien! Entonces me iré. Recuerde descansar.

La doctora se levantó de la silla y camino hasta la puerta, abriéndola y dejándola atrás.

Cuando por fin se encontraba sola sin nada más que el olor a alcohol y a medicina, se levantó como si antes no hubiera tenido la dificultad para hacerlo en primer lugar. En toda la conversación con la mujer ella estaba concentrada en qué su memoria regresará gradualmente y así fue: cada recuerdo de esa noche estaba intacto. En cuanto al tiempo dormida eso se resume a un parpadeó.

Aunque pareciera neutral en realidad tenía una aflicción.

«Ochako chan no estaba. Kirishima debe estar en un peor estado que el mío, nunca vi el brazo de Deku tan pronto y Bakugo recibió el impacto de muchos objetos en su cuerpo: como las espadas de ese chico. Sirius estaba impaciente cuando me habló de las cosas que sucedían en la montaña pero, no pensé que estuviera tan cerca de la zona de ataque como para tener una oreja menos» con un dedo en la cien sus ojos vacíos empezaban a verse borrosos como si estuviera a punto de llorar, sacudió la cabeza sabiendo que no era momento para eso.