three; the most beautiful moment in life

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Daegu/ Sur Corea 06:30 a.m.

Al pasar de los meses, Jimin seguía viendo a lo lejos a aquél cantante callejero, mientras que detrás de el yacía Kim Taehyung, su mejor amigo.

Jimin sabía que amaba a Kim con su alma, pues incluso después de haber dado por perdido a su amor platónico siguió queriendo venir y Taehyung jamás se lo negó, ese chico era un ángel.

Su ángel.

Pues era quién le había salvado aquél día, el chico que había cuidado de el durante todos sus años de vida, su mejor amigo, ese que nunca lo dejaría, Kim Taehyung era todo lo que tenía después de haber perdido a su hermano en aquél accidente.

La sensación del frío del agua aún permanece en su piel, sus gritos, la sangre corriendo por todo el mar, Taehyung abrazando su cintura y Seokjin, su hermano, cayendo en el fondo del mar mientras su vida se iba apagando de a poco.

Como el marchitar de una hermosa rosa.

Por unos meses pudo incluso culparse por la muerte de su hermano mayor, por otros tantos culpó al destino y unas veces a Taehyung, por no haberle soltado, aún si sabe que hubiera muerto en aquél lugar y que Taehyung le había salvado a costa de no poder escuchar nuevamente, muchas veces lo había culpado.

Pero hoy podía saber, o más bien comprender, que no era la culpa de nadie, que había sido un accidente y que por más que se culpara o culpara al mundo entero, las cosas siempre serían iguales.

Ahora mismo, mientras miraba el amanecer, frente a la ventana del cuarto de Taehyung, podía entender al verlo dormir, que Taehyung era lo mas hermoso en su vida, un sol que lo iluminaba, quién podía complementarlo.

Aquél pensamiento calentaba su corazón de forma extraña.

Se levantó de la alcoba en el balcón y se dirigió nuevamente a la cama, recostandose mientras se abrazaba a la cintura de Taehyung y lo veía, detallando aquél rostro.

Definitivamente Taehyung era el ángel mas bonito que había logrado ver.

Y aunque no lo diría en voz alta o a señas, alguna vez había tenido el fugaz pensamiento de querer besar a Taehyung, esos bonitos labios que formaban una rectangular sonrisa, se veían tan suaves y dulces, que mas de una vez, durante sus días de secundaría había llegado a imaginar lo bien que se sentiría hacerlo.

Como todo un hormonal.

Sonrió ante su pensamiento y con una de sus manos delineo la mandíbula del de piel canela, para después perderse delineando a lo largo de sus labios, embobado sintiendo la suavidad de esos belfos, aumentando su tonto deseo de adolescente hormonal de diecisiete años.

Tan perdido, que ni siquiera fue capaz de notar el momento en que su mejor amigo abrió los ojos, hasta que sus celestes orbes chocaron con el oscuro marrón de los de Taehyung.

Sus piernas temblaron, la mirada de Kim solía ser intimidante incluso cuando eran unos niños, y gracias a sus ya maduras facciones de todo un hombre, intimidaba al triple.

Era simplemente perfecto.

-¿Que haces?- preguntó Taehyung a señas- ¿Tengo algo en el rostro? ¿En los labios, más bien?

Jimin negó y una sonrisa se formó en sus labios, al notar el chorrillo de baba seca al lado de la boca de Taehyung, era adorable.

-Solo veía, tu belleza- Taehyung repentinamente sintió un rubor en sus mejillas y probablemente aquella sensación de calidez en el corazón de Jimin, cobraba sentido al ver la sonrisa avergonzada de Taehyung brotar.

All of me ⚝ vminWhere stories live. Discover now