_____ POV'S:
Me encontraba en la estación de trenes sola apunto de irme.
Se preguntarán ¿Por qué?
Bueno, cuando nací mi madre nos abandonó y desde ahí he vivido con mi hermano y mi padre.
Mi padre nos dejaba hacer lo que queríamos pero de igual manera nos cuidaba muy bien. Digamos que al darnos algo de libertad yo me vestía algo particular para la sociedad pero a mí padre no le importaba, el siempre dice.
"La manera en la que luces no te define como persona"
O algo así, mi vida era maravillosa hasta que mi abuela nos fue a ver un día.
"Miss Harrison" la directora de la escuela de modales.
Ese día mi abuela y mi padre tuvieron una charla muy larga la cual no quería escuchar.
—Uy parece que te meterán a una escuela de modales — se burló mi hermano mayor a lo cual yo le empecé a pegar, lastimosamente mi abuela me vio y de inmediato me regaño.
—Esa no es la manera en la cual debe actuar una señorita — hablo mi abuela mirándome.
—Lo siento — murmuré sin darle tanta importancia.
—En mi escuela ella aprenderá a comportarse como una señorita.
—Madre — trato de hablar mi padre pero ella lo interrumpió.
—Ella vendrá conmigo, te la traeré bien domada como todas las señoritas de la familia — dijo ella firme.
Supongo que esa era la condena de tener el apellido "Harrison" en mi nombre.
Ser domadas como si fueran perros y estar controladas como si fueramos muñecas.
Así fue como termine en la prisión o mejor dicho, en la "escuela de modales".
—Derecha — ordenó mi abuela a lo cual yo me contuve y le hice caso.
Y así pase un mes desperdiciando mi vida aprendiendo modales inecesarios ¿A quién se le ocurre enseñar a reír?
Lo único que me gustaba hacer ahí era molestar a las aburridas, engreídas y odiosas de mis compañeras ¡Me estresaban!
Para escapar lo que recibí solo fue una bofetada y gritos de parte de mi abuela.
Supongo que fue un buen intercambio.
—¡Tienes que comportarte! — me decía — ¡Vuelve aquí!
—Lo siento abuela — grite mientras tomaba mi bicicleta y avanzaba hasta la estación de trenes.
Mi plan era escapar pero ¿A dónde podía ir?
La única parte que había planeado era la de escapar, era mi fase uno y la única hasta ahora.
Tenía dinero el cuál le había quitado a mi abuela sin que se diera cuenta y no, NO era robar. Después se lo iba a regresar o tal vez no, no lo sé.
Después de ese breve resumen fue como ahora estoy pensando a dónde podía irme.
Ir a casa ya no era una opción, volvería a la escuela de mi abuela y pasaría exactamente lo mismo otra vez.
El tren de Londres ya casi partía ¿Por qué no ir?
Me sentía presionada ya que pensaba que en cualquier momento me encontraría mi abuela, cosa que no quería.
Sin pensarlo más compré el boleto para ir a Londres y aborde el tren.
Todo estaba tranquilo y aburrido pero prefiero ésto a tener clases de como comer ¿Por qué existen?
Lo más probable es que muera en el intento de sobrevivir sola pero me sentiría orgulloso al haber escapado de un internado y sobre todo, haber escapado de la abuela.
Mi padre siempre me había dicho que ella era una persona comprensiva y amigable, supongo que solo cuando le convenía.
¡Esa señora siempre me castigaba!
...
Había llegado a mi destinó por lo tanto baje del tren y empecé a caminar buscando algún lugar donde quedarme y algo de comida ya que moría de hambre.
Avance algo distraída y me topé con un chico.
—Oh lo siento — decía él.
Lo miré detenidamente, era lindo.
—Eh no te preocupes — hablé saliendo de mi trance.
—Soy él vizconde de Tewskbury, marqués de Basilwether — se presentó.
Vaya nombre, ya veo que no era él favorito de la familia eh.
Un momento ¿Vizconde? ¿Marqués? En ese momento recordé los volantes dónde ofrecían dinero a cambio de que lo encontrarán.
Que cosas ¿No?
Me di cuenta de que no me había presentado así que lo hice.
—_____ Harrison.
