🦿 !!

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ADVERTENCIAS ⚠️ hard degradation, needy!mark, sadistic!yuta, retifism, pain, explicit sex...

Ya era medianoche cuando Nakamoto había llegado a la casa, dejando su abrigo en el pequeño perchero que había junto a la puerta. Quitó sus zapatos elegantes y caminó descalzo sobre las puntas de sus pies, definitivamente no quería despertar al chico que tenía durmiendo arriba. Lentamente se arrastró a la cocina, tomando un vaso de agua con mucho cuidado.

A sus veintiocho años de edad estaba dirigiendo la empresa de la familia. Pasaba horas sentado en una oficina, firmando papeles y tomando taza tras taza de café, rogando por el fin de la jornada. Era un trabajo más bien aburrido, aún teniendo de secretario a alguien bastante obediente y un colega que hacía chistes estúpidos cada vez que lo veía.

Lo que realmente le frustraba era lo monótono que se volvía todo allí dentro. Había un aura de perfección en donde las personas de allí parecían estar programadas para seguir siempre la misma rutina y hablar con aquella molesta formalidad, que aunque en un principio le agradaba, terminó volviéndose demasiado correcta incluso para el.

En sus cinco años trabajando allí, nadie, pero absolutamente nadie, le había desobedecido, insultado o incluso subido la voz. Era un constante "Si, señor" o "Me gustaría afirmarle que podré, pero no cuente con ello. Mil disculpas", y el realmente quería gritar cada vez que escuchaba la misma respuesta proveniente del mismo sujeto.

También tenía un tema pendiente con el uniforme, realmente odiaba el innecesario código de vestimenta que le hacían cumplir. Era complicado de quitar en las noches cuando estaba cansado, la corbata era estúpida y difícil de poner, y los pantalones apretaban demasiado su entrepierna. Lo único bueno de ello era que Mark solía decir que se veía caliente con la camisa, y no lo culpaba, Mark vivía pensando que todo en el era caliente.

Luego de dejar el vaso, subió las escaleras con mucha precaución, asegurándose de no hacer ningún ruido. Ni bien llegó notó algo extraño; el no estaba emitiendo sonido alguno, pero Mark parecía estar llamándolo. Ladeo la cabeza extrañado, se suponía que a esa hora debía dormir. Era demasiado tarde como para estar despierto y Mark tenía clases en la universidad al día siguiente. La puerta estaba entreabierta y se podía ver la habitación desde la pequeña ranura, claro que Yuta no se esperaba ver lo estaba pasando.

Mark no estaba llamándolo, el estaba malditamente gimiendo su nombre mientras jugaba con sus dedos. Con la boca mordía una camisa negra que el había usado anteriormente, sus ojos estaban cerrados fuertemente mientras dejaba su imaginación fluir. Uno de sus brazos tatuados sostenía sus piernas bien pegadas al pecho, dejando una lujuriosa vista ante cualquiera que mirase. Sus dedos entraban y salían, moviendose fuertemente.

Yuta estaba escandalizado; por un lado el estaba jodidamente encantado con la vista, pero por el otro, quería castigar al niño hasta que rogase por su perdón. Ellos habían tenido sexo en la mañana, ¿acaso eso no habia sido lo suficiente eficaz para Mark? Entonces sabía que, si el sexo mañanero no había sido suficiente, el debía darle aún más para cansarlo definitivamente.

Abrió la puerta y caminó cerca suyo, sin embargo el menor estaba siendo totalmente consumido por su pensamiento pecaminoso. El aún gemia el nombre de su señor con mucho entusiasmo, incluso sonando como si este estuviera haciendo algo sobre su cuerpo.

-Pequeña puta descarada que eres, Mark.

-¿E-eh? - sus ojos de abrieron asustados, intentando taparse para no ser visto. - Lo puedo explicar, Yuta.

-¿Qué vas a explicar? ¿Acaso mi pene ni es suficiente para tí? Oh, estoy seguro de ello, eres tan desvergonzado que quieres follar con cualquier hombre que te trate como la puta que eres. - y entonces, escupió sobre su cuerpo.

. - ̗̀↳🦿.' 𝘾𝙐𝙈𝙎𝙇𝙐𝙏 ) yumark 'Where stories live. Discover now