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-¿_____? -escuché un susurro y abrí mis ojos lentamente enfocando a mi pequeña hermana Flora en su pijama rosa y su cabello despeinado, la miré frunciendo mi ceño y ella me observó nerviosa.
-¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?-digo frotando mis ojos antes de acariciar su cabello acomodándolo un poco, sonreí y ella suspiró asustada.
-Es la Señorita Clayton, no está en su cama... - dijo y enseguida me levanté de la cama -Miles la está distrayendo pero no tenemos mucho tiempo - dice mientras salgo de mi habitación, ella detrás de mi. No digo nada y bajamos rápidamente las escaleras.
-Era... ¡Un monstruo! Y.. Y sabía mi nombre, estaba en mi cama diciendo mi nombre -escuché decir a Miles, mi hermano menor.
-Que horrible historia Miles, pero es mejor que vayamos a dormir, ¿está bien? - dijo la rubia y Flora se asomó junto con ellos un poco agitada, me coloqué detrás de ella y observé detenidamente a la au pair, quien estaba agachada para ajustarse a la altura de mi hermano, en su mano una botella de vino, su cabello adornado en una trenza, tenía puesta una sudadera gris y sus pantalones de pijama.
Noté que me dió una rápida mirada para luego mirar a Flora con el ceño fruncido. -¿Y ustedes que hacen aqui? -dijo en un suspiro y me miró por más tiempo esta vez.
-Yo también tuve una pesadilla -dijo Flora, noté como Miles se estremeció en su lugar y miré detrás de la rubia, la mujer del lago estaba frente a nuestros ojos, aun no me acostumbro a esto, aunque lleve toda mi vida en esta casa, 20 años y aun me sigue dando escalofríos. -Ví a un monstruo en mi ropero... Y era feo, muy feo. Estaba en mi cama y se acercaba, sabia mi nombre y decía cosas raras -dice la pequeña con voz asustada. -Tengo miedo Señorita Clayton.
La rubia hizo una mueca triste apoyando su cabeza en la palma de su mano, miré de reojo y la mujer se había ido finalmente, suspiré de alivio y Miles se relajó un poco.
-Suena como una horrible pesadilla Flora. Lo siento mucho. -dijo arrastrando un poco las palabras acariciando el brazo de mi hermanita -Vamos a la cama, ¿si? - se puso de pie y ambos niños aceptaron, antes de irse por las escaleras Dani me dio una sonrisa tímida y sonreí.
(...)
-Perdón. -susurra Flora, quien ya esta en su cama y junto a ella esta Dani sentada, quien le acaricia el rostro y sonrie.
-Está bien. No hay por qué tener miedo. -la rubia trata torpemente de reconfortar a mi hermanita y reprimo una risa.
-Es cierto -dice Flora asintiendo y sonriendo.
-Buenas noches, ternurita -dice Dani en una sonrisa y le da un beso en la frente antes de apagar la luz de la mesita de noche, por un momento se dirige hacia mi pero pasa de largo y sale de la habitación.
Me acerco y dejo un beso fugaz en la frente de mi hermana antes de salir y seguir a la rubia, quien bajaba las escaleras. Con la botella de vino en mano saca el corcho con su boca y baja los últimos escalones, se da cuenta de las pisadas de lodo en el suelo y sigue las huellas, que de casualidad dan en la dirección que yo estoy, a mitad de las escaleras. Me mira incrédula y abro mi boca para decir algo pero ella me interrumpe.
-Hablaremos de esto en la mañana. -dice con calma y sigue su camino hacia la puerta principal.
-¿No dormirás? -alzo mi voz por un momento pero con la falta de ruido la bajo enseguida antes de siquiera terminar la pregunta. Ella voltea de nuevo hacia mi y levanto una ceja a la par que sonrio.
-Tal vez luego -dice y da media vuelta otra vez para salir de la casa. Ruedo mis ojos y la sigo.
La pierdo unos segundos pero la encuentro de nuevo al lado de la fogata que se hizo hace unas horas. Sentada en un tronco y dando un gran sorbo de esa botella, me acerco y tomo asiento a su lado, ella mira al fuego como si estuviera buscando algo.
-¿Qué buscas? -la miro curiosa y ella reacciona ante mi voz, mueve su cabeza en mi dirección y hacemos contacto visual. Su nariz está un poco roja y sus ojos llorosos, era obvio que había llorado hace unas horas. Su mirada baja a mis labios pero enseguida mira al suelo.
-Solo pensaba -se encoge de hombros y toma otro trago del vino. Agarro gentilmente la botella de su mano y la coloco en el suelo. Ella me mira sin decir nada y con mi mano derecha acaricio su mejilla, cierra sus ojos y beso su mejilla.
-¿A si? ¿En que pensabas? -acomodo su cabello detrás de su oreja y ella sonrie.
-En que ya nos podemos besar sin que me asuste porque vi a mi ex prometido muerto detrás de ti -sorbió su nariz y rió nerviosa. -Eso sonó un poco cruel, pero estoy enserio, ______. -sonrió triste y acarició mi mejilla, juntamos nuestras frentes y ella suspiró aliviada.
-Dani... -dije en un susurro después de unos segundos, cerré mis ojos y ella hizo un sonido de respuesta. -Te quiero. -pude sentir como sonreía lo que me hizo sonreír también.
-Yo también te quiero _____. -susurró muy bajo y juntamos nuestros labios en un lento y tierno beso. Nuestros labios se movían en sincronía y sentí el sabor a vino, lo que me hizo sonreír.
