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"¿Ya estás allí? Quizás es muy temprano aún, ¿por qué no mejor vas después de almuerzo? No no, mejor vete de allí, no sé por qué te he pedido algo como esto, sal de allí Jongho, no tengo por qué meterte en los temas de mi familia... ¡yo debería estar allí! No tú, dios soy un idiota, ¿por qué no he ido? Sunghoon estaría feliz de verme y hubiese comido el pavo de tu mamá... ¡ya vete de allí! No quiero que te vean y te digan algo"

Puse los ojos en blanco, apoyando mi cabeza en mis nudillos que apretaban con fuerza el cuero del volante del auto de mamá mientras escuchaba a Seonghwa completamente ansioso a través del Bluetooth del auto en una llamada telefónica.

"... ¿Terminaste ya?", pregunté con una falsa suavidad, eran las 8 y media de la mañana de Navidad y me encontraba aparcado frente a la casa de Seonghwa en Jinju con una caja envuelta en papel de regalo en el asiento del copiloto para su sobrino.

Seonghwa antes de que partiera en el tren para Jinju me había entregado el paquete mediano, como él no iba a ir a visitarlos por quedarse en Seúl me había pedido exclusivamente el ir a entregarle el regalo a su único sobrino y a la mayor razón para ir un par de horas a casa en navidad.

La idea era, yo venir temprano en la mañana, entregarle a quien sea el regalo en la puerta de la casa junto con el recado de que era para Sunghoon de parte de su tio diciendo que había sido Santa Claus y excusando a su familia que él estaba demasiado ocupado.

Pero al parecer mi mejor amigo estaba tirándose de los pelos en la residencia porque no quería que yo me relacionara con su homofóbica familia.

"Jo... no seas pesado", las quejas de Seonghwa eran adorables, podía imaginarlo al otro lado de la línea con un puchero, "Es solo que estoy nervioso por si te dicen algo"

"Seonghwa, estás más nervioso que yo y tú estás a más de 250 km de Jinju, cálmate", intenté tranquilizarlo, algo fallido porque lo escuché moverse inquieto supongo que en las sábanas, "Ya cálmate Hwa, aparte ni deben conocerme, solo diré que soy tu amigo"

Seonghwa no dijo nada por un largo rato y yo esperé en la linea viendo la casa desde el auto. Era una casa bonita en un sector bien acomodado de piedra pizarra y madera clara con grandes ventanas, con un antejardín lleno de verde y flores y un bonito reno de luces que ahora estaba apagado al igual que las cascadas de luces que colgaban del techo.

"Seonghwa, no te muerdas las uñas", advertí luego de demasiado silencio, ese era uno de sus malos hábitos que hacía cuando estaba nervioso.

"Perdón"

"Colócate una sudadera mía para calmarte, yo ya voy"

"Umh, de hecho dormi sin nada más que una puesta", me quedé mudo y quieto ante eso, con la mano extendida hacia la caja y apretando el volante aún.

"¿Solo eso?", no supe si mi tono de voz fue sugerente o normal.

"... Y mis boxers, claro", añadió con obvia vergüenza y yo tragué saliva a imaginarmelo por unos instantes, finalmente tomando la caja y mi celular para ir a aquella casa.

"Creo que merezco una foto de eso como recompensa por lo que estoy a punto de hacer, deseame suerte y si no te hablo en 20 minutos como máximo es porque mori".

Corté la llamada antes de que pudiera decir algo y salí del auto con la caja en mano y guardando mi celular en el bolsillo de la parka gruesa que llevaba puesta. El beret que llevaba en la cabeza me cubría del frío y mis botas del agua de la lluvia que había caido anoche, con un suspiro me encaminé por la desolada vereda y adentré entre el bonito antejardín para ir a la puerta de lo que alguna vez fue el dulce hogar de Seonghwa.

𝑬𝑳𝑳𝑰𝑷𝑺𝑰𝑺𝑴 ⸗ ʲᵒⁿᵍʰʷᵃTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon