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San abrió los ojos y se encontró con todo oscuro, su cabeza dolía horrible, rápidamente buscó su teléfono al recordar a Wooyoung pero se maldijo al no tenerlo, este se tocó la parte trasera de su cabeza y sintió líquido en sus manos, como no podía ver nada supuso que era sangre pero al olerlo quiso vomitar.

-Ah mierda- se quejó al pararse.

-¿Estas bien?- habló una voz.

San se espantó y retrocedió.

-Tranquilo- también dio un quejido al moverse- Me castigaron igual que tú.

-Uhm..., sabes cuando nos sacaran de aquí?

-Que?- frunció el ceño- Acaso nunca te han castigado?

-No, soy nuevo.

-Oh, eres el nuevo- respiró profundo- Estamos en el cuarto tres del segundo piso así que solo nos dejarán toda la noche aquí- tosió al igual que San.

-Ese olor es el que creo que es?- dijo este.

-Si, algunos los castigan días y como no hay baño ellos solo se cagan y mean aquí.

-No no puedo estar aquí- camino y sintió que pisó algo.

-Si no quieres toparte con algo asqueroso no tienes que ir ni moverte a ningún lado- soltó el otro.

-Bueno no hay nada aquí solo pura caca así que no me quedaré- camino con cuidado buscando la puerta.

-Que haces?- suspiró.

-Ayúdame- encontró la puerta.

-Hay un seguridad afuera no seas tonto.

-Solo uno?

-Aja.

-Bien lo dejaremos inconsciente y lo encerraremos justo aquí.

Aquel río.

-Estás loco.

-Confía en mi, hay que intentarlo, sabes pelear?

-Si- San escuchó que se paró- Pero como abriremos la puerta.

San llegó a tocar la manija y la sintió no tan dura.

-Así- retrocedió un poco y la pateo con todas sus fuerzas para luego reír- Ja...y no hay nadie- dijo al ver a ningún seguridad afuera.

-Shh, espera- se acercó a la luz- Tenemos que tener cuidado, que raro que no haya nadie- miro a San.

Este se quedó mirando al otro por unos segundos y trago duro.

-Oye- golpeó su hombro.

-Ah si si- desvió la mirada- Vamos- al salir iba a ser golpeado pero San fue rápido y agarró la mano de aquel hombre que estaba escondido.

Le patearon el estómago y el otro tiro un puñete al hombre, San se volvió a acercar y entre los dos lo comenzaron a golpear hasta dejarlo inconsciente.

-Fue fácil- dijo el que estaba a su lado con una sonrisa.

-Lo se- dijo agitado- Encerrémoslo.

Ambos lo tiraron a aquel lugar y cerraron la puerta aunque la manija ya estaba media rota.

-Son las cuatro!- San se sorprendió al ver un reloj que colgaba por ahí- Estuve mucho tiempo inconsciente.

-Oh si, y vomite como tres veces.

-Eso es asqueroso- lo miró.

𝐩𝐫𝐨𝐦é𝐭𝐞𝐦𝐞 / 𝐰𝐨𝐨𝐬𝐚𝐧Where stories live. Discover now