Capitulo Unico

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Había una vez una niña luminosa, la luz que salía de ella provenía de sus ojos, las palmas de sus manos su cabello y su sonrisa; cuando era un bebé sus padres recibieron regalos de todo el pueblo, un comerciante ofreció dinero por ella, y aunque sus padres estuvieron tentados en venderla supieron que su valor era mucho mayor.

Los padres y la niña empezaron a viajar y se hicieron famosos pues personas de todas partes querían conocer a la niña luminosa que brindaba felicidad y traía fortuna con solo mirarla, muchos trataron de comprar a la niña y fue secuestrada en diversas ocasiones, por lo que, la niña solo era presentada al público en una caja de cristal cual muñeca y solo la persona que pagara mucho dinero podía ganarse una mirada o tocar sus manos y su pelo.

Un día, la niña estaba muy cansada de la gente, quiso morir para no ver nada ni a nadie, nunca tuvo la calidez de su propia familia y sus semejantes la veían siempre con la misma cara de deseo. Así que la niña tomó veneno, pero su luminosidad no solo atraia a vivos y muertos sino que también la protegía, así que no murió pero cayó en un sueño profundo que duró exactamente 120 días.

Sus padres cansados de que no despertara y al ver que su luz se estaba apagando, la abandonaron en el bosque dentro de su caja de cristal justo al día 119, un importante coleccionista la encontró y la guardó entre sus posesiones más preciadas, al día 120 la niña despertó y le preguntó al coleccionista si era su nuevo dueño.

La niña se convenció a sí misma de que era una muñeca y que jamás se podría permitir los gustos de cualquier ser humano, el coleccionista le respondió que se quedaría con ella pero que podía ser un humano o una muñeca a él solo le importaba poseerla, no quería tocarla ni mucho menos verla solo saber que la tenía, le dio toda un ala de su mansión que daba al jardín trasero para que pudiera pasear, tenia infinidad de libros, ropa, la comida se la pasaban por un elevador, y solo vería a su maestro de musica una vez a la semana.

La niña no podía ser más feliz, por fin estaba sola, nunca había sentido la soledad y era una emoción nueva que le recorría el cuerpo, en vez de sentirse vacía se sentía plena, leía muchas historias y bailaba a menudo, conversaba consigo misma y aprendió cuales eran sus sueños, pero con sus ambiciones apareció un nuevo deseo, quería poseerse a sí misma.

Un día los criados del coleccionista esparcieron el rumor de que la niña luminosa se encontraba en la mansión, la noticia llegó a oidos de sus padres y al saber que su hija estaba con vida, denunciaron a la policía el secuestro.

El coleccionista al ver a las autoridades fuera de su mansión escapó, la niña fue puesta nuevamente en su caja de cristal cual muñeca y los policías la transportaban en un carruaje hasta sus padres, pero uno de los policías tenía mucho deseo de poseerla, así que abrió la caja y empezó a tocar su pelo; la niña no reaccionó, empezó a tocar sus manos, la niña no reaccionó. Pero el policía empezó a tocar su cara y empezó a tocar otras partes, era una nueva sensación para la niña pero aunque ella amaba sentir cosas nuevas, aquello se sintió muy mal e incorrecto, por lo que se asustó y se lanzó del carruaje huyendo sin rumbo fijo.

Nadie pudo encontrar a la niña y se desconoció por mucho tiempo su paradero, la niña se ensució de mugre, la cual, escondía su luminosidad, tenía hambre así que pedía alimento a quienes pasaban por la calle, pero a pesar del hambre y el frío, la niña estaba profundamente feliz, nunca había sentido el desamparo.

Un día, un productor de obras musicales le dió una moneda de chocolate a la niña, éste le sonrió y la niña le sonrió de vuelta, la luminosidad que salía de la niña era tal que se veía entre la mugre, así que el productor tomó a la niña y la transformó en una actriz; la niña no estaba contenta pues lo que hacía era parecido a sus inicios, pero se consolaba en que era diferente pues no la tocaban, personas de todo el mundo fueron a verla actuar.

Un día uno de los teloneros del teatro se chocó con la niña, este no la miró ni se disculpó y se alejó rapidamente, una emoción invadió a la niña, pues nunca había sentido la indiferencia antes. La niña observaba al telonero y otro día se le acercó, el telonero le preguntó qué asuntos pendientes tenía con él, la niña le pidió que la comprara para que ella sea suya.

El telonero se sorprendió y le explicó que él no podía hacer eso, a lo que la niña le preguntó por qué él le dijo: "los seres humanos se pertenecen a sí mismos, no son cosas y no se pueden comprar", la niña confundida le aseguró que ella fue comprada y vendida en muchas ocasiones; el telonero aún más confundido le dijo: "los seres humanos no se pueden comprar, si no quieres estar con alguien solo pon un pie delante del otro y vete lejos".

La niña pensó mucho en lo que el telonero le dijo, y volvió a conversar con ella misma, se preguntó si su sueño de pertenecer a sí misma se había cumplido desde que nació y no se había dado cuenta. Al otro día la niña fue con el telonero y le pidió que le enseñara a pertenecer a sí misma como un ser humano. El telonero confundido aceptó enseñarle pero solo cuando no estuviera ocupándose de sí mismo.

Un día la niña que ya era una joven actriz muy hermosa, con sus propias posesiones, su propio apartamento y con pocas pero significativas amistades le preguntó al telonero si se podía pertenecer a sí mismo junto a otra persona, el telonero le respondió: "yo me pertenezco y tú te perteneces y aún así nos pertenecemos juntos", la niña sintió una profunda felicidad pues nunca había sentido la calidez humana.

FIN

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⏰ Last updated: Sep 26, 2020 ⏰

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La niña luminosaWhere stories live. Discover now