-11- No dejaré que te lastime, rubia

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Habían pasado exactamente dos semanas, dos semanas en las que Clarke había ignorado totalmente a Finn y de la supuesta cita que había declinado ese mismo día.

Acaba de salir de su examen de Neurología, sin lugar a dudas estaba de muy buen humor para la hora del almuerzo. Justamente cuando iba saliendo escucho una voz familiar detrás de ella.

—RUBIA!!! Aguanta!...—gritó Raven detrás de ella, en el momento en que corría hacia Clarke para alcanzarla.

—Hola, Raven...—

—Hola, Clarke . . .—ahora sabía que Raven tenía algo serio que decirle, porque cuando le hablaba por su nombre, le iba decir algo importante. —Vamos a almorzar, recuerda que quedamos en vernos desde la anterior vez, pero siempre te ibas temprano . . .— con un movimiento de cabeza, Raven comenzó a caminar y hacia la puerta de la cafetería, Clarke la siguió, aún tenia su agarre en la manga.

—Lo siento, ya sabes que los exámenes me tienen ocupada. . .—

—Cierto, oye deberíamos juntarnos para estudiar . . .—

—No lo sé . . . —  dejó escapar un suspiro. —No sé me da muy bien estudiar con alguien . . .—

Raven le dedicó a Clarke una suave sonrisa.

—Tienes razón, tal vez yo te retrase en el estudio...—cabizbaja comentó ante la negativa de la rubia.

—No me lo tomes mal, lo digo porque soy mala estudiando y yo te retrasaría porque tengo que memorizar todo en mucho tiempo. —

Ante la excusa y la idea de que posiblemente se creará un momento incómodo, decidió hablarle sobre el supuesto plan que tenían desde que se conocieron.

—¿Entonces me abandonarás otra vez en el almuerzo?— preguntó sonando un poco esperanzada ya que no había abandonado la dirección en que las dos habían desaparecido.

Clarke negó con la cabeza sin saber que no debía rechazar esta vez a Raven, ya la había evadido varias veces y  por pura curiosidad se apoderó de ella. Raven colocaba sus manos en modo de ruego, parecía entusiasmada con la situación.

Al llegar a la cafetería, encontraron a varios grupos y ahí estaba Costia apoyada en la mesa mirando a la entrada, específicamente mirando hacia ellas.

Las dos chica se detuvieron en seco cuando Costia se quedaba enfrente de ellas, las miró antes de centrarse en Clarke, misma que soltó un fuerte grito al sentir como la sujetaba y la beso.

La chica rubia y la chica latina estaban totalmente sorprendidas, sobretodo Clarke no sabían cómo reaccionar, especialmente cuando comenzó sentir caricias en su espalda baja.

—Voto por querer un beso de tres . . . —Las palabras de Raven se cortaron cuando Costia soltó a Clarke y comenzó a reírse.

—Te traigo loca, mi gordi... como siempre.—habló Costia y finalmente se marchó en ese instante.

Dejando a Clarke sin habla y Raven con intrigada, se quedaron en silencio y pensando en lo que había pasado.

—Sólo voy a recordarte que estás en público . . .—Raven acababa de abrir la boca para volver hablar pero cuando vio el rostro de Clarke que tenía sentimientos de tristeza en esos bellos ojos azules, se arrepintió en el segundo.

—Clarke . . . lo siento mucho.— Clarke salió corriendo, y a su vez también Raven que fue directa a ella. —No quise decir eso.—Clarke miró a Raven, que estaba tratando de enmendar su error.

Olvidaron por lo que había pasado y las dos fueron directas al mostrador donde las atendían, para el colmo la fila avanzaba lentamente, Clarke no se atrevía a girarse y enfrentar lo que había vivo hace unos minutos.

La vida es más que sobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora