Capítulo VII

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~ Los obsequios son como flores,no florecen cuando lo desees,sino cuando ya sea el tiempo.

Elsa quedo en silencio ante lo último,en veces,ella no sabia si creerle o no,aunque sus palabras se escuchaban sinceras,su mente no le permitía aceptar del todo que ese hombre fuese honesto,pero aunque su cabeza le dijera eso,dentro de ella algo le decía que: Hans no intentaba hacerle daño y que en verdad no fingía ni mentía en nada. Una pequeña sonrisa avergonzada se dibujo en su níveo rostro,su mirada por su lado solo se decidió a bajar.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Cuestionó la rubia en el silencio tranquilo de la habitación.

- Lo que quieras - Respondió el cobrizo acortando la distancia y bajando un poco la cabeza para verle - Siempre y cuando no sea de asuntos políticos - Emitió una pequeña risa - Pues lo tengo rotundamente prohibido.

- Espero y... - Suspiro abrumada -... Y no te moleste - Hans asintió con la cabeza.

- Ya te dije que mientras no sea nada político me puedes preguntar - Agrego él con una sonrisa apacible.

Elsa tomo aire en un aliento profundo.

En el pecho del sangre azul se presento una sensación extraña,una pequeña duda,que tal vez no era del todo enigmática para él,pero,por algo sentía que lo que saldría de la boca de la platinada le sería difícil,aun así con lo que tuviese que decir Elsa,él quería estar listo.

- Hace poco me dijiste que,varias personas te habían hecho cambiar y así mismo me hablaste de que me dirías quienes eran cuando fuese el tiempo correcto - Explico.

La verdosa mirada de Hans descendió,no escapó nada de sus labios y ni siquiera hizo gesto alguno,un silencio misterioso se volvió el compañero de la habitación,mas ninguno de los presentes hizo algo para detenerlo,los ojos de la rubia solo le contemplaban,en la mente de Elsa habían tantas preguntas soltadas ante esa manera de actuar,ella temía el haber hecho recordar a Hans de algo muy doloroso y eso era lo que no quería.

Mientras que en la mente del varón de ojos esmeraldas solo se paseaban viejas palabras,imágenes,sensaciones y de más.

Esta en nuestras manos decidir quien debemos o queremos ser - Esos antiguos recuerdos que día con día le indicaban que era lo que en realidad debía hacer.

- Lamento si te hice sentir mal - Hablo la platinada con pena. Hans aún con la mirada baja curvo sus labios en una sonrisa.

- No lo hiciste - Respondió - Es solo que en ocasiones el traer a mi memoria recuerdos ya casi extinguidos me hacen darme cuenta de que - Recorrió sus esmeraldas hacía Elsa - Esto era lo que yo debía ser - Los rojos labios de la joven se convirtieron en una sonrisa llena de ternura en repuesta a lo que su acompañante había anunciado -; Gracias por recordarme eso.

- Creo que la persona que debería agradecer soy yo - El ceño del chico se frunció en confusión.

- ¿Por qué?.

- Por que a pesar de que yo te condene e hice que fueses nuevamente la víctima de tus hermanos,me habéis dado ayuda cuando me era requerida.

- De hecho,estoy saldando mi deuda contigo. No debes agradecer nada,tu me enseñaste que el miedo se puede vencer desde adentro.

[...]

- ¿Qué harás con ella? - Interrogó el príncipe sureño de cabellos rubios y de profundos ojos verdes - ¿Acaso la volverás un miembro más de la servidumbre?¿O dejaras qué nuestra familia la humille?.

ᴘʟᴇᴀsᴇ sᴀᴠᴇ ᴍᴇWhere stories live. Discover now