Capítulo 8: Regreso a Hogwarts.

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*** Nota informativa***

Solo quería deciros que este capítulo muestra un recuerdo que también aparece en el libro de Harry Potter y el Príncipe Mestizo. Aunque he tratado de cambiarlo un poco, los diálogos y algunas expresiones, es muy parecido y quiero dejar claro que todo el reconocimiento de esa escena es para la gran J.K. Rowling.

Gracias y disfruten.

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(Narrador: Christine)

El día que fuímos a Hogwarts hacía mucho frío. Ya era invierno, y las primeras nevadas habían llegado. Decidimos ir por la tarde, sobre las siete, aunque ya era noche cerrada. Sin embargo, para nuestra sorpresa, se nos presentó una pequeña dificultad.

- Algo sucede Tom, no consigo desvanecerme...- murmuré.- Es como si algo me impidiera aparecer en Hogwarts.-

- Sí, yo también lo he notado.-

Se levantó la manga de su camisa y activó la marca de su brazo. Al instante, Malfoy se presentó ante nosotros.

- ¿Qué ocurre mi señor?- preguntó Abraxas.

- A Christine y a mí nos es imposible aparecernos en Hogwarts.- espetó.- ¿Sabes algo sobre eso?-

- Pensé que se habría enterado maestro.- contestó el slytherin.- Desde que Dumbledore es director, una de sus primeras medidas fue poner un hechizo antiaparición tanto en el colegio como en sus alrededores.-

- Dumbledore...- escupió Tom con desprecio.- Esta bien Malfoy, puedes irte.- el joven hizo una reverencia y se marchó.- Parece que tendremos que ir de la forma tradicional Christine.-

Asentí. Ambos nos dirigimos a la chimenea de polvos flu. Desde allí podríamos ir a Hogsmeade y coger un carruaje hacia el castillo.

***

Mientras avanzábamos por los pasillos rumbo a la estatua del hipogrifo, la cual llevaba al despacho del director, mi alma se llenó de nostalgia. Tantos recuerdos pasaron por mi mente... En este lugar había pasado los mejores años de mi vida, los momentos más felices... y, por un segundo, me parecía que volvía a aquel entonces.

- ¡Soberte de limón!- pronunció Tom.

La estatua fue girando haciendo que los escalones ascendieran. Cuando estos habían llegado al piso superior, se detuvieron, por lo que empezamos a subir la escalera que se había formado hasta llegar a la puerta.

- Tú quédate aquí Elia.- ordenó Tom.

Lo cierto es que no sabía para qué demonios me había traído si me iba a dejar aquí fuera aunque, por lo menos, podría escuchar la conversación. Además, si era sincera, no me apetecía nada ver a Dumbledore. Ese hombre me ponía muy nerviosa, parecía que podía adivinar tus pensamientos con solo mirarte a los ojos.

- ¡Adelante!- se escuchó decir después de que el slytherin tocara la puerta.

Tom accedió al despacho y cerró, por lo que me acerqué a la puerta. Saqué mi varita y pronuncié el encantamiento "Revelio". Así podría ver y escuchar lo que decían sin que ellos notaran mi presencia.

- Buenas noches Tom.- dijo Dumbledore.- ¿Quieres sentarte?-

- Gracias.- contestó él.- Así que es cierto lo que escuché, se ha convertido en director. Enhorabuena.-

- Me alegra tu aprobación, ¿puedo ofrecerte algo de beber?-

(Narrador: Harry)

- Un momento...- murmuré.- Yo ya he visto esto antes... ¡Pues claro!¡Este es uno de los recuerdos que me mostró Dumbledore!-

El Heredero: el Reinado de la Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora