ARIEL. [2]

Capítulo 9: No confíes en los Curtis.

Viernes.

Fiesta de los gemelos Curtis.

Tengo tantos planes para ésta noche, tanto que descubrir sobre ellos y poder usarlo como mi propio escudo. Con las piernas ansiosas y moviéndose reiteradas veces, me mordía las uñas y trataba de idear el plan perfecto.

¿Los Curtis saben que Ariel y yo estamos fingiendo?, ¿Saben que Mar está con nosotros?

—Joder, ¿podrías tranquilizarte? —bufó Ariel llamando mi atención, lo miré, éste mismo acababa de colocarse su chaqueta de cuero negra, se veía bien y no hay quien debata lo contrario.

Todos nos encontrábamos en su casa, Mar quien acomodaba su cabello, vestía de manera exótica como de costumbre, con un vestido verde olivo que se ceñía a su cuerpo curvilíneo y generoso de su busto y trasero, su cabello corto estaba en ondas desordenadas y en sus pies llevaba unos tacones de botín, el maquillaje resaltaba el gris claro de sus ojos y el labial vino tinto resplandecía su sonrisa, y los ojos de Zaid y los de Dixón no se despegaban de ella, por otro lado, yo, aun no me cambiaba de ropa, pues asumía que aún faltaba muchísimo para irnos. Y ahora me doy cuenta que solo faltan minutos.

—¿Dónde puedo cambiarme? —pregunté mientras me ponía de pie.

Los ojos de Ariel y Zaid cayeron sobre mí. Después se echaron un vistazo y Zaid, en silencio, volvió a la suyo, por lo que Ariel se acercó a mí lentamente. No mentiré, las cosas entre él y mi hermano están tensas, no se hablan, pero tratan de crear un ambiente armonioso ignorándose por al menos lo necesario.

—¿Por qué no te cambias aquí? —preguntó encogiéndose de hombros. Bufé y me crucé de brazos, lo miré con cara de pocos amigos y él se sonrió divertido—, ése es el baño —señaló la puerta que estaba a mis espaldas.

Así que, de mala gana, me di la media vuelta y caminé hasta el baño cerrando la puerta con seguro. Una vez lista, con un conjunto que Mar me preparó que consistía en una falda de tubo rojo oscuro que tenía una apertura en mi muslo derecho, una blusa ombliguera negra que dejaba al descubierto mi espalda, y unos tacones altísimos con lazos que se enredaban en mis piernas. Hurgué en el bolso encontrándome con algo de maquillaje, así que me delineé los ojos y me tomó por sorpresa el labial negro, nunca había usado uno de ese color, pero me arriesgué al ponérmelo, verme al espejo era como ver mi versión oscura y sexy, no tenía un cuerpo exótico, ni tan curvilíneo, no senos provocadores ni caderas chicas, mi cuerpo se asemejaba a la figura de una pera, no me acomplejaba. Una vez lista, volví a salir. Di un respingo al encontrarme con Ariel observándome de pies cabeza, y como una sonrisa cargada de picardía se dibujaba en su rostro. Negué con la cabeza y le levanté del dedo.

—Bien, repitamos el plan —pronunció Dixón mientras se ponía de pie.

...

Dixón y Zaid serán batenders, ¿es posible que pasen desapercibidos? No lo sé y creo que eso es lo que tiene más nerviosa. Marbella sería como normalmente es, divertida, exótica y muy sociable. Y Ariel y yo tenemos que dar la impresión de ser la pareja de la fiesta para los ojos de los gemelos Curtis, en especial los de Dee.