Forever Loved (Camren G!P Fanfic)

Capítulo 4

Camila sintió la boca de Lauren en su cuello, abierta, húmeda, ardiente. Una gran mano se posó sobre sus costillas, justo debajo de su pecho derecho. Lauren se tumbó encima, desprendiendo su calor. La deseaba.

Camila cerró los ojos y se deleitó con ese momento. La amaba tanto que le dolía y ahora por fin podía decírselo.

Los largos dedos de Lauren se deslizaron suavemente sobre y alrededor de su pecho, provocándola, poniéndole la piel de gallina hasta que lo cubrieron por completo. Ella podía sentir su ardiente aliento en su hombro, cerca de su oreja, erizando el fino cabello de su nuca. La respiración de Lauren era entrecortada, áspera y sexy. Siguió posando besos aquí y allá hasta que Camila no pudo pensar.

Ya estaba retorciéndose, incapaz de quedarse quieta, cuando el pulgar de Lauren rozó su terso pezón una y otra vez. La sensación fue asombrosa, maravillosa. El corazón se le aceleró y todo lo que sentía se intensificó.

La miró y lo único en lo que pudo pensar fue en que por fin estaba con Lauren. Era suya.

—Lauren…

La ojiverde gimió, bajó la cabeza y le tomó un pezón en su húmeda y caliente boca.

Una abrumadora oleada de sensaciones hizo que los muslos de Camila se tensaran y que los dedos de sus pies se encogieran.

—Oh, Lau…

Se arqueó, pero Lauren la sujetó para que no se moviera.

—Mírate —murmuró, y su aliento cubrió su pezón humedecido—. Tan rosa y suave. Tan dulce.

Cuando Lauren comenzó a acariciarle el otro pecho, Camila pensó que ya era demasiado como soportarlo. Había querido eso, la había deseado a ella, desde que no podía recordar.

—Quítate la camiseta, Lauren, por favor. —Camila apenas reconoció su propia voz, pero Lauren lo entendió. Se puso de rodillas, sentándose a horcajadas sobre ella, y se sacó la camiseta por la cabeza. Hizo intención de volver a acariciarle los pechos, pero ella la agarró por los hombros y la detuvo.

—Déjame tocarte —le susurró. Ya había visto a Lauren sin camiseta cuando de repente un día había irrumpido su casa y Lauren se encontraba durmiendo bocabajo semidesnuda en el sofá y, en todas esas raras ocasiones que sucedía, le había costado no mirar, le había costado que no se notara el amor que sentía por ella. También había visto al resto de los chicos sin camiseta, y aunque todos eran impresionantes, ella solamente quería a Lauren.

Pero ahora Lauren estaba ahí, con ella.

Lentamente, saboreando el momento, Camila le puso las palmas de las manos encima. Lauren era perfecta, tonificada, ardiente. Con el corazón acelerado, Camila la tumbó de espaldas.

Ella le sonrió mientras la miraba con unos ojos que brillaban con gesto divertido.

—Eres una avasalladora, Camz.

En esa ocasión fue ella la que se situó a horcajadas sobre Lauren y la dejó sin palabras cuando se sentó sobre su erección.