In another life I would be your man

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In another life I would be your man...

Nos conocimos en la universidad. Ella era la típica estudiosa antisocial con gafas de la que las "populares" se reían. Yo era su profesor de literatura. Un joven intelectual que tenía locas a sus alumnas. Pero yo solo tenía ojos para una... Para ella.

Ella no se fijaba en mí porque no le gustaban los "Don Juanes" y yo esperaba que ella diera el primer paso, como hacían sus demás compañeras. Quizás eso me atrajo de ella: que era diferente.

Así que como ella nunca vino a hablarme, dejé de lado mi ego de "macho alfa" y fui a buscarla. Me presenté en su casa con la excusa de hablar sobre un tema de clases.

Ella vivía a las afueras, en una casa muy humilde, y cuando su padre me abrió la puerta de primeras se asustó un poco, hasta que me presenté como su profesor y ella vino a confirmarlo.

Me hicieron pasar amablemente y me sentaron en la mesa con ellos. Todo fue muy familiar, me hicieron sentir uno más, cosa que me agradó bastante.

Al mes de vernos casi todos los días con la excusa de "preparar un trabajo de clase" empezamos a salir. Y debo admitir que para lo seguro que soy, estaba bastante nervioso al pedírselo.

Me dijo que sí, con una hermosa sonrisa que jamás olvidaré. No lo pensé dos veces: la besé apasionadamente e hicimos el amor hasta el amanecer.

La amaba. La amaba como si fuera el amor de mi vida y como si la conociera desde siempre. Nunca me había pasado algo así con nadie. En serio, con nadie.

Nunca imaginé que dos semanas después ocurriría mi peor tragedia. Lo peor que le puede pasar a un hombre que está enamorado de verdad. Una tragedia que nos atormentó a todos los que la conocíamos... Y que a día de hoy todavía me atormenta.

Habíamos quedado para vernos en la Gran Vía de Madrid. Llegue cinco minutos tarde, y ella me estaba esperando del otro lado de la calle. Cuando me vio se emocionó tanto que vino corriendo hacia mí, sin darse cuenta que el semáforo había cambiado de color. Intenté avisarle a gritos que venía un autobús, pero al parecer mis desesperación mezclada con el bocinazo del conductor hizo que se paralizara...

No se movió... Se quedó allí... Quieta... Inmóvil... Sin poder reaccionar para esquivarlo.

Y yo la vi morir... Vi a cámara lenta como fue arrollada por aquel vehículo de grandes dimensiones. Fue tan impactante para mí que lloro mientras escribo estas líneas, y dudo de si quiero dar más detalles de su trágica muerte, que se llevó el amor de mi vida y mi alma rota entera...

Quizás no en esta vida... Quizás en el más allá... Quizás en otra vida estemos juntos por siempre, cumpliendo las promesas de amor que nos hicimos. El irnos a vivir juntos a Argentina, el comprar nuestra propia casa, tener nuestro primer hijo, el segundo y el tercero... Todos esos sueños que un día dijimos que haríamos realidad juntos, todas las promesas de amor, de casarnos, de envejecer juntos, de malcriar a nuestros nietos y contarles las travesuras que hacían sus padres cuando eran niños... ¿Dónde están todos esos sueños y promesas que un día hicimos? ¿Que hago yo ahora con las páginas que íbamos a escribir y ahora están en blanco?

¿Cómo te olvidó? Por favor... ¡Dímelo! Si tu recuerdo me destruye... Si al tenerte lejos poesía en mí construyes.

Ahora sabéis porque soy un alma rota, ahora sabéis la historia que me derrota, conocéis las penas que me alocan, y porque cuando me preguntan que pienso del amor callo la boca.

Maybe... In another life... I would be your man...

Poemas de un Alma RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora