The Scars of my wonderwall

Capítulo 28

-Supongo que ya no hay marcha atrás.-se lamentó Stiles acercándose a ellos y observando el caos que había ocurrido cuando se fueron. Ya no había ningún civil, al menos no con vida, y aquello le hubiese afectado si no fuera por el ambiente que se estaba formando. Todos estaban pendientes de sus movimientos, pero sobretodo de la posible reacción del Sheriff, y él lo sabía. Se acercó a Castiel y a Sam fingiendo que no sentía un nudo y un alboroto en su interior, tratando de averiguar cuál era la mejor manera de actuar sin que se armara un alboroto.-¿Como ha ido? Os veís bien.

-Han terminado desapareciendo. No hemos podido salvar a todo el mundo.

-Pero habéis salvado a gente, que es lo importante. Quizás al matar a Alice han desaparecido.

-Había uno que prácticamente me pedía que lo matara, como si fuera controlado.

-Es solo una teoría, pero creo que eran espíritus, con un hechizo les dio un cuerpo temporal y corrompió su alma. Al morir la atadura, ellos no tenían un propósito para quedarse.-se giró a su padre sin importar que tan molesto se encontraba el hombre con la situación que se estaba desarrollando, y en la que sentía que era un mero espectador. Su mayor preocupación en aquellos momentos, independientemente de que tan alterado se encontraba realmente, era evitar problemas y tapar el descomunal suceso. Su cerebro estaba funcionando demasiado rápido, y sentía una leve sensación de mareo.-Tendrás que convencer a la prensa que había un laboratorio secreto de drogas o algo similar y que ha sido destruido junto con la mercancía, que era una nueva y peligrosa droga. Lamentablemente habían estado experimentando con niños una nueva droga, muchos de ellos han muerto, y otros han sido ingresados y buscan ser reformados.

-¿Quién te crees que eres? ¡No puedes ir dándome órdenes!-gritó explotando de rabia el Sheriff al no comprender que era lo que sucedía a su alrededor, y al ser tratado como un extra. Cómo si aquello no tuviera que ver con él y su opinión no importara.

Stiles alzó los brazos protectoramente, buscando cubrirse la cara cuando su padre alzó la mano, pero el fuerte olor a pólvora y un leve empujón le obligó a abrir los ojos. Los tres cazadores apuntaban a su padre con rabia contenida en sus gestos, dispuestos a apretar el gatillo si hacía falta, mientras que Castiel había sacado su espada y sus ojos brillaban en un puro azul. El empujón fue causado por Peter y Derek que se colocaron frente a él a modo de escudo, y a pesar de no estar transformados, si que habían sacado sus colmillos en señal de aviso. Su mano fue sujetada suavemente a pesar de las garras que le sostenían, y al mirar a su lado se encontró a Liam transformado, este le sonreía transmitiendo tantas cosas con una mirada que no pudo evitar derramar alguna lágrima. No estaba solo, había gente que se preocupaba a pesar de que no habían lazos de sangre que los unían, y es que él no necesitaba de ellos para considerarlos familia, al igual que ellos a él.

-Cómo te atrevas a poner un dedo sobre él, no dudaré en disparar.-la voz de Dean salió rasposa y envenenada, causándole un escalofrío al joven sabiendo que hablaba en serio y que cumpliría su amenaza sin importar las consecuencias.

-Nadie quiere que esto termine mal, pero aceptémoslo, lo que está sucediendo no es algo natural, y quieras o no necesitas nuestra ayuda, Scott no es de mucha ayuda ahora mismo.-trató de tranquilizar la situación, Chris, no queriendo que todo terminará en una masacre de la que no puedieran librarse y a su vez, no pudieran controlar lo que fuera que estaba ocurriendo en el pueblo.-Ni siquiera nosotros, que estamos acostumbrados a estas cosas entendemos muy bien lo que está pasando.

-¿Vais a contarme qué ocurre o váis a estar callados?- el Sheriff había aceptado a regañadientes seguirlos hasta la casa de los Argent, pero el silencio no se había roto todavía y su paciencia se agotaba.-Aunque no lo parezca, hay sitio para todos en la celda de la comisaría.