Viernes 13 🔥

21 - Segunda Parte

A veces peleamos pero eso no importa, tengo mis
manías pero las soportas, y si las palabras queda
cortas, lo resolvemos con
besos de sobra; Mau & Ricky.

Unos consejos de tranquilidad

Desde el mensaje recibido, no teníamos la menor idea de que hacer, éramos Adan y Eva, y debutas de esa puerta la principal persona que nos podría descubrir: Gimena 💔

- Margo, ¿Se que estás ahí?, Abre la puerta - exclamo gritando.

- ¿Que hacemos Deyvid? - respondió preocupada.

- Dejemos a qué se calme, mientras nos vestilos en silencio sin hacer el menor ruido.

Minutos después...

- Creo que ya se fue.

- Te lo dije Margo.

- Em... Deyvid.

- ¿Si, Margo?

- Me encanta esto que estoy sosteniendo con mis manos.

- Si mi amor.

- Ya vístete amor, para ir a almorzar.

El celular nuevamente comenzaba a sonar.

- ¿Y ahora Margo? - agrege preocupado.

- Acaba de avisarme, que estará aquí para las 13:30.

- ¿Lo dices en serio?

- ¿Y que hay de mi? - replique.

- Justamente para eso estará aquí.

- ¿Para que? - agrege confundido.

- Porque necesita hablar contigo.

- Ok, tenemos tiempo de sobra, así que vamos a almorzar.

El medio día, recién comenzaba, así que fuimos por el primer lugar que se nos cruzabas, de repente...

- Deyvid, mira ese lugar.

- Pero... Margo, es comida chatarra.

- Llévame, llévame, llévame.

- Está bien.

De repente se me ocurrió algo.

- ¿Porque no llevamos el almuerzo a tu casa, y vemos una película?

- ¿Tienes la monja?

- ¿La película del 2018?

- Asi es amor.

- Aguarda déjame ver entre mi biblioteca, si, si tengo.

- Perfecto Deyvid, nos vamos para la casa.

Minutos más tarde...

- ¿Que haces Margo? - agrege confundido.

- Tienes ketchup en la nariz, jajajaja

- Basta Margo.

- Pareces payaso, jajaja.

El juego de comidas, y cine estaba por comenzar, de repente el cielo comenzaba a oscurecer y una pequeña lluvia me había atrapado en el hogar.

- ¿Qué hora es? - agrege.

- Son las 12:55.

Aún teníamos 30 minutos, para la cita de 3, Gimena, Yo & Margo; La película continuaba y medio de ella una lluvia, sin saber porque, mis manos habían terminado sobre sus senos, y pues yo, me había quedado muy dormido.