UNO

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El comienzo de la historia

Sus pies se movían al compás de la música, su cuerpo sentía el ritmo como si fuera parte de su sistema, sus manos pasaban por su cabello con delicadeza y provocación, su respiración agitada y su cuerpo sudoroso era el centro de atención de aquella pista de baile. El retumbe de la música aceleraba y emocionaba la multitud apretada en aquel bar. Sus ojos viajaban una y otra vez en dirección a aquella esquina con intenciones de dejarle más que claro que aquel baile era para él, para provocarlo, para traerle, pero no veía ningún avance, él no se acercaba solo la observaba detenidamente, de arriba hacia abajo, mordiendo de vez en cuando su labio inferior. Ella quería más, más que una mirada penetrante hacia su persona, más que un mordisco en sus labios por su culpa. Se acercó moviendo sus caderas provocativamente, seduciendo con la mirada.

Él notó sus intenciones, sabía lo que ella quería, pero prefirió no hacer mucho, quería que se acercara, que le llamara, que le provocará más de cerca. Le veía acercarse moviendo sus caderas tan sensualmente que provocaba un cosquilleo en su sitio. Se estaba preparando mentalmente para lo que viniera de ella que no se dio cuenta que ya la tenía entre sus brazos, sintiendo su índice rozar su pecho y sus brazos rodear su cuello.

—¿Bailamos? —preguntó echando hacia atrás su cabello castaño.

—¿No le duelen los pies? —contraatacó penetrando sus oscuros ojos sobre ella, escudriñando todo su rostro.

—Puedo aguantar dos horas más —mordió su labio inferior observándolo.

—Tengo pies izquierdo.

—Le puedo enseñar —sintió la mano ajena acariciar su pecho una y otra vez, con intenciones de ganar el rendimiento suyo ante ella.

—¿Es maestra? No soy muy buena estudiante —apretó más su agarre en la cintura ajena diciéndole sin necesidad de palabras que él estaba cediendo a ella.

—Puedo manejar lo.

—¿Segura? Es un gran reto, un antes y un después.

—Me apasionan los retos.

No le hizo esperar más y la arrastró al lugar más visitado del bar, besó sus labios hambriento y desesperado, subiendo las escaleras torpemente hasta llegar al siguiente piso, caminaron tratando de no tropezar mientras disfrutaban los labios ajenos que sabían a menta y fresa, una combinación de sabores que le brindaba un toque al catástrofe de emociones en ambos cuerpo, se adentraron a una habitación y siguieron caminando hasta chocar con el colchón, iba a lanzarla en la cama, pero ella se le adelantó y le empujó a él para después subirse sobre su regazo, sus caderas bailaban al compás de los chasquido que sus labios provocan, sus cuerpos calientes y sus manos deseosas de recorrer y encontrar más en los cuerpos ajenos era el postre de la cena de lujuria y pasión donde ellos eran los comensales, sus prendas desaparecen al pasar de los segundos, sus deseos iban aumentando en cada roce, en cada mirada. Se levantó obligando a las piernas ajenas rodear su cintura, cambió de posición arrimando la espalda contraria al colchón, besó, lamió, succionó, mordió su cuello aspirando el olor de perfume, sus besos fueron bajando por la piel sensible de sus pechos, los sonidos morbosos y los gemidos no esperaron en aparecer la lujuria que los consumía, sus cuerpos reaccionan a lo que sentían, se devoraban como animales en celo...se disfrutaban el uno al otro, el deseo siguió apoderándose de sus cuerpos debilitándose, y subiendo el éxtasis a su paso.

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—mama solo estoy disfrutando de mi juventud no voy a quedar embarazada—dijo con sorna— además me estoy cuidando no se que tanto te preocupa—decía calmada Elizabeth

—Elizabeth hija, solo quiero lo mejor para ti el no se ve un buen chico, escúchame por favor—la castaña miraba a su madre sin querer escuchar sus sabias palabras, que le advertían de lo que puede causar sus actos.

—ya te lo dije madre —dijo con voz dura—si me pasa algo no te pido que cargues conmigo ya soy mayor de edad y hago lo que se me dé la gana, además no quieras venir a decirme que hacer ahora, no quieras reparar algo irreparable—dijo con dureza— entiende que ya no soy aquella pequeña niña que venía a ti cuando algo malo me pasaba, lo siento si te decepciono pero déjame en paz—tomando sus cosas dio un portazo luego de salir.

la señora Elí se sentó de golpe, rendida en el sofá frente a ella, y empezó a cuestionarse que había hecho mal en la crianza de su hija, le enseñó tantas cosas, siempre fue una niña responsable, educada y amable, que escuchaba a su madre, pero todo cambió luego de la muerte de su padre, ella también sufrió la pérdida de su marido demasiado, para cuando se recuperó ya había perdido a su pequeña, se sintió tan culpable de todo por cuanto su hija sufría, fue demasiado tarde para entrar en su vida y tomar el papel de madre otra vez.




primer capitulo, espero les guste, pronto estaré subiendo el próximo capítulo de you are my Destiny .

Los primeros capítulos de esta historia serán cortos.

la historia se pondrá en edición luego de terminar 


Sugar-taste9 🖤💫💜

ᴍʏ sᴇxʏ ʙᴏʏ ||ᴊᴊᴋ || Место, где живут истории. Откройте их для себя