41. Mi pequeño

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Conducía a través de la ciudad tratando de equilibrar la responsabilidad que el acto requería al respetar las señales de tránsito, contra el hecho de que no podía perder un segundo más de tiempo.

"El pequeño Ramsés se está muriendo".

¡¿Por qué?! ¡¿Cómo?!

Xiao De Jun no entró en detalles durante la llamada, pero fue enfático en pedirle que se dirigiera a la dirección señalada, un hospital veterinario altamente recomendado en Seúl, porque allí se encontraba Wong Yukhei y porque él no podía pensar por sí mismo.

Tenía una responsabilidad que era cumplir con los deberes de su trabajo como periodista de KBS News, su jefe y colegas contaban con su participación, pero también como alguien que se manejaba en el medio sabía que no era el único de su equipo que asistiría. NO era imprescindible y...¡A la mierda eso! ¡Alguien estaba sufriendo!

Fue sincero respecto al hecho de decirle a su jefe que debía retirarse, alguien que quería mucho estaba muriendo, especificar la especie no era parte del trato así que en teoría no mentía.

—Ya voy... ya voy...—gimió.

La boca del estómago se le anudó cuando divisó el edificio en plena avenida, pero agradeció al cielo que hubiera un estacionamiento disponible al costado, como si el destino quisiera que las cosas resultaran de alguna u otra manera.

Si bien bajó y se acercó a la veterinaria con rapidez, sus pasos se ralentizaron en la entrada cuando Xiao De Jun, que estaba sentado en un asiento de cuero, se paró y se acercó.

Maldijo por dentro, los ojitos de ese hombre estaban húmedos, esto no era bueno.

—¿Pu... puedo saber qué pasó? —logró decir con mucho esfuerzo.

—Si quieres detalles puedo dártelos más tarde pero necesito que... —parpadeó rápido para despejar lágrimas pero fue inútil, el menor gimió antes de continuar— que acompañes a mi amigo, se... se está despidiendo de Ramsés en un cuarto a solas, por favor ve... ve ahora.

"Se está despidiendo".

Un poco desorientado miró a su alrededor como si las cosas se distorsionaran y los movimientos fueran en cámara lenta. Xiao De Jun logró sujetarlo del codo antes que se diera de bruces al suelo, fue su apoyo hasta que estuvo parado fuera de una puerta color crema y en un pasillo donde las personas tenían prohibido transitar, alguien estaba viviendo un duelo y ese alguien mantenía su identidad bajo reserva... pero él sabía que era Wong Yukhei.

"No puedo... no puedo".

No, él "debía poder" hacer esto, por una maldita vez en la vida su propio sufrimiento tenía que dejarlo al lado y tener en prioridad todos los sentimientos que abarcaban a quien fue un hombre importante en su vida.

"No llores, no llores, no llores".

Después de tragar y soltar el aire un par de veces, corrió la puerta lentamente pero cuando asomó su rostro, llevó la mano a la boca y lloró en silencio para no romper el ambiente delicado allí dentro.

Yukhei estaba sentado en un sofá individual con Ramsés acurrucado entre sus brazos y contra su pecho. El felino tenía la mirada perdida, la respiración irregular y su cabello había perdido el brillo, incluso quizás podía ver su rostro un poco más delgado y sus bigotes caídos.

En ese momento cuando cerró la puerta corredera tras su espalda, el menor lo observó un breve segundo, lo suficiente para que sus labios se mordieran, lo suficiente para que su barbilla temblara y lo suficiente para que sus ojos fueran dos lagunas llenas de lágrimas dispuestas a nunca acabar. Sus quejidos eran minimizados contra esa lucha de no querer que su adorado gatito escuchara a su padre sufrir.

"Sexual Writer" [LUWOO-NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora