𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚞́𝚗𝚒𝚌𝚊

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Michael subió las escaleras que daban a la azotea, lugar en donde se solía reunir con su mejor amigo; Luke. Al llegar se sentó en uno de los bancos (los cuales los vecinos del edificio habían insistido demasiado en poner), acto seguido sacó su caja de cigarros de su pantalón y encendió uno.

Mientras inhalaba y exhalaba, su cabeza no paraba de dar vueltas, miraba a cada minuto su celular y ni siquiera estaba seguro de hacer esto, pero ya era tarde para arrepentirse.
Minutos más tarde escuchó el ruido de la puerta de hierro abriéndose, su vista se dirigió hacia allí e inmediatamente sonrió.

Era Luke. Aquel chico que cada vez que estaba con él le hacía sentir cosas inexplicables, le hacía reír, y sentía que con él podía ser él mismo sin tener aquel miedo de que le juzgara.

Luke llegó a su lado y tomó un cigarrillo de la caja de Michael para luego repetir las acciones del castaño. Ninguno de los dos hablaba, no era para nada un silencio incomodo, era uno de aquellos silencios que decían más que las palabras.

Michael conoció a Luke seis años atrás, cuando ambos estaban en la escuela primaria y ya sólo la presencia del otro les hacía odiarse. Pero fue gracias a que les obligaron a hacer un trabajo juntos, que empezó su amistad.

Y, ahí también empezaron los cosquilleos y nervios de Michael cada vez que estaba con el rubio, pero lo atribuyó al estar conociendo a alguien nuevo en vez de pensar en la posibilidad de que se estuviera enamorando de su amigo.

Por qué claro, era imposible que Michael fuera gay, eso estaba mal y desde luego no era algo que su madre y padre aceptarían.

Pero ahí estaba, embobado mirando los ojos azules de Luke y estando seguro al cien por cien de que estaba enamorado de ese rubio tonto que se tropezaba hasta consigo mismo.

Era Octubre, la época favorita de Michael, y no era por Halloween o alguna de las muchas festividades de este mes, si no por qué él amaba estar paseando y ver las anaranjadas hojas caer de los árboles, amaba el clima de aquella época.

No entendía por qué a la mayoría de personas no les gustaba esa estación, es la mejor época del año, a veces hace frio, otras calor, y, además lo mejor de todo es que ya podía ponerse sus grandes sudaderas y así podía dejar de avergonzarse de su cuerpo.

Cuando el cigarrillo de Michael se apagó, este se levantó del pequeño banco para después tumbarse en el frio suelo de la azotea. Luke, al darse cuenta de eso, frunció el ceño extrañado, pero al entender lo que Michael hacía, tiró su cigarrillo al suelo, lo apagó con el pie y luego se tumbó junto al castaño con una gran sonrisa en su cara.

-Cuéntame más historias sobre las estrellas - dijo Michael en un susurro.

-¿Qué? - preguntó Luke.

-Tus historias sobre estrellas, las constelaciones y esas cosas, las que siempre me contabas cuando ambos subíamos aquí de pequeños - explicó el castaño y Luke asintió recordando aquello.

Luke se acomodó y aclaró su garganta para empezar a hablar. Michael se encontraba fascinado, cómo cada vez que le escuchaba hablar, amaba la manera de expresarse que genia Luke, era tan...poética que eso solo hacía que a Michael le gustara más Luke de lo que lo hacía.

Así pasaron horas, Luke contando miles de historias y Michael estando atento a cada palabra que él decía. Luego de eso, ambos chicos volvieron a estar tumbados juntos mientras observaban las estrellas desde lo lejos.

En un momento dado, Michael tomó la mano de Luke para luego entrelazarla con la suya. El rubio le miró confundido (otra vez), pues era algo extraño que Michael hiciera eso cuando él era el que jamás daba muestras de cariño a los demás.

-¿Luke? - llamó el castaño. El nombrado murmuró un "¿uhm?" - ¿P-por qué eres mi amigo? - preguntó.
-¿Cómo? - dijo Luke sin entender a qué venía esa pregunta.

-¿Por qué eres mi amigo? - repitió - ¿Por qué yo? De todos los niños de la clase, me escogiste a mi, y ya sé que empezamos a hablar por el estúpido trabajo de clase, pero, aún así podríamos haber sido eso; compañeros y ya. Pero en cambio decidiste ser mi amigo cuando yo apenas podía salir a hablar delante de la clase porque me ponía tan nervioso que no podía ni respirar. Y, además, ni siquiera soy atractivo, ni popular, no soy nada, en cambio tu sí, todo el mundo quiere ser amigo del "increíble Luke Hemmings". Entonces, ¿por qué narices yo, Luke?

Luke soltó una suave risa - ¿Que clase de pregunta es esa Mike? Tu eres divertido, amable, gracioso, encantador y un millón de adjetivos más y no deberías necesitar que nadie te lo diga, deberías tenerlo muy claro, y ¿qué hay con las demás personas? yo no las necesito, tal vez... - Luke dudó por un momento sus siguientes palabras, pero que mas daba - tal vez solo te necesito a ti.

Luke quiso creer que para Michael esas 7 palabras no significaban nada, pero la verdad era que había mucho más que un simple afecto detrás de esa frase, eran sentimientos complejos que aún ni él mismo lograba entender.

La mano de Michael tembló sobre la de Luke, a veces él se frustaba por sus sentimientos hacia Michael, convenciéndose a si mismo de que quizá solo estaba confundido, pero en ese momento no era el caso, estaba estallando por dentro, era un sentimiento muy difícil de explicar, era mucho más que esas supuestas mariposas, los hermosos ojos verdes de Michael lo observaban fijamente, como si quisiera guardar ese momento en un recuerdo eterno, de una manera tan delicada que podría envejecer y seguiría siendo un recuerdo intacto, dulce, lleno de emociones que bien podrían asimilarse a fuegos artificiales.

-Te lo digo ahora, y si lo necesitases lo repetiría un millón de veces más, podré tener muchas personas atrás de mí, podré ser muy amigo de ellos, podremos salir, reir y todo lo que contrae una amistad – dijo Luke suavemente – pero ninguno de ellos está cerca de ser tan maravilloso como tú.

Luke era consciente de cada una de las palabras que dejaba salir de su boca, pero aún si perdiera el control de ellas, las palabras seguirían siendo insuficientes para describir cómo se sentía cada vez que Michael le hablaba, cada vez que le sonreía, sabía que cualquier momento con él sería sencillamente hermoso con tan solo mirar sus preciosos ojos.

Y para la sorpresa de Luke, en cuestión de un segundo Michael había tomado sus mejillas de una manera suave y tierna pero decisiva, sus labios se juntaron sin ninguna protesta, y su beso comenzó con un lento movimiento de labios, el corazón de Luke iba a estallar y esperaba que el de Michael igual, su beso se intensificaba con cada segundo que pasaba al igual que sus emociones, que no dejaban de crecer, la respiración de Michael se iba tornando pesada pero de una manera suave mientras que la respiración de Luke temblaba, su único deseo en ese momento era detener el tiempo; poder disfrutar detalladamente del que probablemente fuese el mejor beso que jamás le habían dado.

Michael dejaba caricias trazando formas sin sentido en el rostro de Luke para continuar tomando la mano izquierda del ojiazul y ponerla sobre su pecho, si, efectivamente las esperanzas de Luke se habían vuelto realidad, y se encontraba más seguro que nunca de su amor hacia Michael.
No necesitaron palabras, después de una cálida mirada que compartieron durante unos minutos estuvieron seguros de que su amor era mutuo.

Cada uno debía convertirse en el mundo del otro.

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lloro brillantina con Luke y Michael *inserte del gatito llorando*

denle gracias a mi profesora de catalán y a tori por inspirarme y ayudarme a hacer esto xd.

hacía bastante que no escribía algo así (o que escribía en general) así que espero que les haya gustado este intento de shot soft.

espero que tengan un feliz halloween y que todo les vaya bien.
les tqm 💜

We Fell In Love In October ☯︎ Muke|One ShotWhere stories live. Discover now