Parte 143: Unas fiestas navideñas

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Diciembre seguía su curso en Villa Raíz y todos los aldeanos se encontraban preparándola de un modo u otro. Entre ellos el joven Tommy Torrance.

Junto con Canela y Ben Willis se encontraba adornando un poco el ayuntamiento, a solo un par de semanas de Nochebuena.

"Estoy seguro de que quedaban adornos en el archivo"

"Pero los sacamos de ahí"

"Yo no recuerdo haberlos sacado de ahí" - dijo el gorrión

"Yo tampoco"

"Vale..." - admitió la perrita - "Yo los saqué de ahí"

"¿Y por qué la sacaste de ahí?"

"¡Era el archivador! ¡No podemos guardar adornos en el archivador!"

"¿Y dónde los pusiste entonces?"

"Los puse en casa"

"¿No era más fácil en la habitación del pánico?"

"La habitación del pánico no es para guardar adornos"

"De acuerdo, ve entonces a casa por ellos" - dijo el humano - "Tommy y yo terminaremos de colocar las bolas de nieve"

"¿Seguro? Hace falta mucha mano para..."

"Ve tranquila"

Canela se marchó algo insegura mientras los otros dos colocaban un montó de bolas de nieves en un mueblecito cercano.

"Ya está..."

"¿No cree que están demasiado a la izquierda?"

"Emm... no"

"Si usted lo dice..."

"Creo que podemos tomarnos un descanso y un poco de limonada"

"Señor Willis, ¿puedo saber por qué mantienen la habitación del pánico?"

"Es una larga historia..."

El gorrión comenzó a mirar todas las preparaciones que habían hecho.

Realmente esto fue algo progresivo, cuando era más pequeño esto no era así... fue más o menos cuando él tenía nueve años...

"Diciembre de nuevo..."

"Deberías ser más alegre en estas fechas"

"Ya sabes que Soponcio siempre suele rondarnos para extorsionar a Renato"

"Quizás..."

"¡Señor Willis! ¡Señorita Canela!"

Nocencio y el pequeño Tommy Torrance estaban con la puerta bastante alegres.

"Hey, Tommy, Nocencio"

"Estábamos mirando algunas cosas para Navidad y pensamos en saludar"

"Y a desearos felicidad"

"Muchas gracias a los dos" - sonrió la perrita

"Tommy, ¿qué vas a pedirle a Renato este año?"

"Adornos"

"¿Adornos? ¿Cómo que adornos?"

"Siempre que vengo aquí en Navidades los veo sin adornar"

"Realmente... nunca nos hemos planteado decorar este sitio..."

"Pero no hace falta pedirle eso a Renato" - dijo Canela - "Nos lo puedes encargar a nosotros"

"¿En serio?"

"Claro, puedes venir con nosotros si quieres a escogerlos"

"¡Eso sería genial!" - dijo antes de girarse hacia Nocencio - "¿Puedo?"

"No creo que haya ningún problema"

Y ese día el pequeño gorrión fue a comprar los adornos que a partir de ese año colocaban anualmente. Incluido este mismo.

"¿En qué piensas Tommy?"

"En lo rápido que pasa el tiempo, señor Willis"

"Aún eres joven para pensar ese tipo de cosas"

"Se puede ser joven pero reflexivo"

"Buen... punto..."

"¿Le he ofendido?"

"No, es solo que..." - se quedó en silencio por un segundo - "Tu padre me dijo algo parecido una vez..."

"En... ¿en serio?"

"Sí, poco después de conocerle"

"Y... ¿se refería a usted?"

"Solo tengo treinta y tres años, en aquel momento también era joven" 

"Él... él creía que usted..."

En ese momento entró Canela con una caja llena de adornos navideños.

"Uff... puff... qué frío hace fuera..."

"Deberías haberte llevado la bufanda"

"Es que siempre me molesta el hoci... ¿eso no está muy movido a la izquierda?"

"Tonterías..." 

El gorrión se quedó mirando por un momento a la pareja que una vez fueron los vecinos de él y de su padre... y recordó algo que le dijo...

No molestes al alcalde y su secretaria, ¿de acuerdo?

Ellos... son buenas personas....

Animal Crossing: Fanfic EditionWhere stories live. Discover now