La maldición de los seis

Cap. 1: Voy a suicidarme...

Hacia un tiempo en una ciudad excéntrica y con un sol muy participativo hace presencia nuestra hermosa y fugaz Princesa Lolam como dice el titulo ella está en medio de un suicidio, ahora mismo se encuentra en una gran carretera que atraviesa un angosto río, y sí como verán ella rueda los ojos porque en su último momento de vida no le prestan atención... ella se prepara para saltar, pero antes de seguir vamos a ir un poco al pasado para que la conozcan un poco más.

Ella se enfada y nos grita —¡Oh que te jod...

¡En fin! Esto va así, ella es una mujer independiente, con trabajo no tan bien remunerado, pero que alcanza para comprar algunos cambios de ropa una vez al mes. De casualidad se encuentra con deseos de terminar su vida a la edad de veinticinco años. Hace muchos meses y quizá algunos años su vida se volvió muy rutinaria y hasta viciosa quizá. Esa estabilidad de la que tanto se sentía orgullosa termino condenándola. Durante toda su juventud se dijo a sí misma que haría lo posible para ser alguien de provecho para la sociedad: Fue estricta en su educación inicial, lo mismo paso en la secundaria. Fue tan estricta que olvido la parte de hacer amigos, olvido los viajes, de las fiestas y hasta tontear con el celular. La princesa Lolam no conocía nada mas allá que el estudio.

En su juventud fue criada por su abuela llamada... era... espera, en serio lo sé... emm... bueno nadie se acuerda, ni ella ¡y tampoco su propia nieta! Todos la llamaban la nona y punto. La nona fue una mujer castigada por la vida pero que nunca cedió ante ninguna adversidad, guiada por las enseñanzas del feminismo lleno su vida de felicidad y superación. Jamás se casó ya que odiaba la idea de sentirse atada a nadie, nadie en realidad sabe cómo se embarazo ya que nunca la vieron con novio, solo salía con mujeres. Su única hija y madre de Princesa Lolam la odiaba con todas sus fuerzas, era casi real el veneno que lanzaba ella por su boca, tan así que al parecer tal odio hizo brotar el cáncer en el cuerpo de la anciana. La madre de Princesa Lolam se fue cuando la niña nació, la pequeña fue criada por la anciana y nunca nadie supo el paradero de la madre desaparecida.

Princesa Lolam sabía que algún día la nona moriría, y cada año que pasaba más se confirmaban sus sospechas. Cuando la Princesa Lolam cumplió dieciocho años se esperaba un gran cumpleaños, al menos eso fue lo que prometió la nona, al llegar la chica a casa lo único que encontró fue a la señora tirada en el suelo con un bol de plástico con lo que parecía contener los ingredientes para hacer el pastel.

Princesa Lolam sufrió tanto ese día que al parecer sus lágrimas se le terminaron en esa última tragedia ya que nada ni nadie la pudo hacer llorar nuevamente tras ese evento. Nunca pensó que vería la última sonrisa de la nona estando ella tirada y sin vida en el suelo, en vez de darle alegría le dio la peor desgracia de su vida; Su única amiga, madre y abuela en su cumpleaños número dieciocho se fue para siempre.

Luego de unos cuantos meses Princesa Lolam decidió vender la vieja casa, cosa que no costó mucho ya que la vendedora experimentada a la que contacto, tras treinta minutos de búsqueda consiguió a una parejita ideal que estaba dispuesta a pagar un pastón por tan bella casa que por cierto demasiado sacrificio le costó a la nona construir desde sus cimientos. La única razón que tuvo la muchacha para venderla es que por las noches podría jurar que podía ver a la vieja de forma transparente y azulada caminando por los pasillos balbuceando cosas sin sentido. Real o no, ¡no quería averiguarlo y ese disgusto se lo llevaría la parejita!

Luego de adaptarse a su nuevo departamento pequeño situado en la gran ciudad encontró un trabajo como secretaria para un abogado cuarentón con una personalidad que personalmente para la Princesa Lolam era tremendamente irritante. Lo bueno del empleo es que no se solicitaba tantas horas y le dejaba tiempo para estudiar en la universidad.

Durante su tiempo en la universidad no solo se enfocó en el estudio, se enamoró varias veces, tanto de muchachos, como de mujeres, pero ninguna persona le duro mucho tiempo y todos llegaron a romper su corazón en pedacitos. Princesa Lolam decidió que no era buena para amar y le valdría con comprar un gatito, luego de ponerle un nombre que cambia según el humor de ella el gato convivió con la chica durante algunos meses hasta que escapo a vivir con otra familia. La princesa Lolam empezó a creer que era víctima de brujería. Tanta desgracia solo se podría presenciar en alguna telenovela de bajo presupuesto en la tv.

Con algunas dudas se decidió a hacer una pequeña visita a la gitana que se encontraba situada siempre a un lado del circo que estaba de vez en cuando a finales de la ciudad.

Luego de tragarse un chicle de fresa por accidente toma el valor de entrar en la sucia tienda, al ingresar ahí se encuentra la mujer leyendo mensajes de su iPhone. Al notar la llegada de la chica se alarma y guarda el ostentoso celular entre sus enormes pechos. Con los brazos abiertos y una sonrisa perturbadora saluda a la chica.

— ¡Buenas tardes encantadora muchacha! ¿Deseas que lea tu destino?

— Algo así...

— Por favor siéntate.

— Yo en realid...

Ahora con un tono de voz distinto la mujer comenta seriamente; —Por leer el destino el arancel es de cinco dólares. Amor y fortuna tres dólares, y para conversar con parientes muertos son diez dólares.

La joven se lleva una ligera sorpresa, sus cejas se arquean hacia arriba y su boca se abre demostrando sus juvenil y blanca dentadura. Al parecer la gitana tiene claro sus precios. Princesa Lolam piensa un poco y dice; —Quisiera saber... si estoy bajo los hechizos de alguien, alguna maldición o algo por el estilo.

La gitana la mira pensativa y Princesa Lolam no puede evitar ver la horrorosa verruga peluda en la mejilla de la gitana.

—Bueno, eso es fácil serán tres dólares, ¿está bien?

—¡Si!

—Bueno, primero veamos tu aura... —Ella se acerca a la chica y mueve sus manos por el aire alrededor de su cuerpo —Al parecer estas algo cargada... pero no te preocupes, no es nada de otro mundo. Haber, veamos tus manos.

Princesa Lolam extiende sus manos a la gitana, cuando hacen contacto la gitana abre los ojos sorprendida y mirando con asombro a la chica exclama.

—¡¡¡Niña tu...

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N/A: Próximamente continuare esta magnífica historia, sepan disculparme, pero pienso terminar otra de las que empecé antes, la única razón para publicarla es que quería dejarla por aquí y ver si les llama la atención y saber cualquier tipo de opinión que tengan, también si creen que valdría la pena leerla uwu, los kero saludos!