•Psicóloga• [( Chaesoo )]

•Es demasiado•

La pelinegra se encontraba en frente de la chica quien escribía en los papeles y luego los arrugaba y desechaba en el tacho para luego mirar tímidamente a quien la miraba atentamente, cuando terminó colocó el lápiz en la mesa para luego seguir callada.

—Señorita Chaeyoung, terminamos la sesión de hoy, ¿Irá a casa?– mala pregunta, ella le miró con miedo y definitivamente parecía que el programa de ayuda a la mujer no tenía algo más planeado con ella, una chica que prácticamente fué golpeada por su pareja, se dió cuenta y habló otra vez–Te puedo dar un lugar en mi casa–ofreció parándose para tomar su celular sobre la mesa y marcar u número.

En la llamada...

—Jen–habló para luego escuchar un risita de parte de la chica en la llamada.

—Dejaste olvidada a tu novia–habló recalcando "novia" aunque Jisoo sabe que bromea y que no lo es, cualquiera que escuchara pensaría que es verdad, su mejor amiga es muy cariñosa y cuando bromea parece cierto, eso hizo reír a Jisoo.

—Jen, Lisa quiere que vallas a su casa, no se para que pero dice que es urgente–hace un momento revisó los mensajes y se encontró con el de Lisa.

—Aish, ya voy–dijo con voz de cansada y cortó.

Luego de eso, le dijo a Chaeyoung que se quedará un momento afuera y ella tomó varias cosas que luego metió a la cartera.

•••

Chaeyoung no había hablado, seguía callada. Jisoo llevaría a la chica en bicicleta puesto que su auto estaba en reparación, miró a la chica y ella desvío sus ojos a la bicicleta.

—sube atrás Chae–le dijo amablemente y ella subió.

Todo bien, normal, hasta que la chica tuvo que poner sus manos en su cintura, su corazón volcó yla sensación por su toque no paraba, la sensación extraña permanecía, para dejar de sentirse así presionó el pedal y la joven se sostuvo con un poco más de fuerza, la pelinegra no dejaba de pensar en nada más que el agarre aún siguió y por fin llegó a su hogar.

La chica parecía no soltarse así que tuvo que hablar.

—Chae, ya puedes soltarte hemos llegado–dijo con un tono dulce mientras sonreía, entonces la joven deshizo el agarre para luego pararse–Espérame–se estaba alejando y era seguida por la joven, quien parecía no querer separarse con algo de miedo por el alrededor.

—Ven–le dijo sonriendo, tomó su mano sintiendo lo fría que está

Mientras Chaeyoung parecía algo roja por el tacto, sin embargo sintiendo la calidez que nunca sintió antes, un corazón comenzaba a revolotear.

La pelinegra soltó su agarre para abrir la puerta frente a ella, el departamento era bien espacioso, la chica caminó por este mientras veía la cálida sonrisa que Jisoo le otorgaba.

Pasó un tiempo y ella se quedó dormida sobre la cama, mientras Jisoo se encontraba en su escritorio revisando lo que recogió, viendo todos los papeles arrugados.

—Es demasiado...–susurró con tristeza.